Seis ciudadanos chinos han negado hoy en un juicio en la Audiencia Provincial de Madrid formar parte de una banda criminal para exigir a compatriotas suyos el pago de deudas por medio de amenazas y otros métodos de presión.

Así lo han declarado en la vista que ha comenzado hoy en la que la fiscalía pide para ellos entre seis años y nueve meses y quince años y tres meses de prisión como presuntos autores de los delitos de pertenencia a grupo criminal, blanqueo de capitales y algunos de ellos por defraudar a la Hacienda Pública.

 

 

Por su parte, el fiscal ha manifestado que las entradas y registros, al igual que las intervenciones a las llamadas, están «suficientemente motivadas» y cumplen los requisitos para ser válidos y ha añadido que el delito contra la Hacienda Pública no ha prescrito.

Según el relato del fiscal, desde el año 2008 todos los acusados tenían distintas funciones en una organización, haciendo préstamos de dinero, con alto tipo de interés, a compatriotas por deudas de juego a quienes amenazaban si no pagaban a tiempo.

Entre otras acciones, perseguían de forma violenta a sus deudores e incluso les retenían su documentación personal como pasaportes y NIE hasta que abonaban la deuda.

Tras recibir el dinero, los acusados lo hacían circular y lo derivaban a varias vías a través de las cuales afloraban dichos beneficios a la economía legal, enviaban periódicamente remesas de dinero en metálico a China y efectuaban de un modo habitual transferencias bancarias hacia este país.

Los acusados invertían importantes cantidades de dinero en coches de alta gama, relojes, casas, colegios privados para sus hijos y otros efectos personales de lujo y no tenían otro tipo de ingresos más que los provenientes de su actividad ilegal y tampoco desarrollaban actividad profesional alguna, siempre según el fiscal.

Durante el juicio, los acusados negaron actuar como una organización criminal y algunos solo han reconocido alguna vinculación familiar o conocerse de verse por Fuenlabrada o en un casino que frecuentaban.

En cuanto a los ingresos, uno de los acusados ha afirmado que todas sus ganancias entonces provenían de lo que jugaba en los casinos, al igual que todas sus transferencias bancarias, y otros han negado capacidad para hacer préstamos.

Al ser interrogados por los documentos de identidad que fueron encontrados en sus viviendas en el momento de los registros, algunos de los acusados han manifestado que se debía a que sus amigos los guardaban ahí, que los habían dejado olvidados en su casa, que eran objetos perdidos que habían hallado o que estaban ahí porque su pareja trabajaba en la renovación de documentos.

En cuanto a los coches de lujo, los acusados han asegurado que los han adquirido con préstamos bancarios.

El juicio continúa mañana con la declaración de otros tres acusados.

Fuente: lavanguardia.com