Primera fase de BCN World
Primera fase de BCN World

La presión empresarial sobre el Gobierno de la Generalitat para que siga adelante con el proyecto de BCN World aumentó ayer después de que el grupo Hard Rock pusiera sobre la mesa una inversión de 2.500 millones de euros en el macrocomplejo que planea en Vila-seca y Salou.

La oferta es un espaldarazo a la posición de alcaldes y empresarios de Tarragona, que piden premura al presidente Carles Puigdemont en la tramitación del proyecto. El vicepresidente Oriol Junqueras avaló ayer la propuesta de Puigdemont de realizar una consulta ciudadana sobre el complejo, pero pidió extenderla a toda Cataluña.

El Gobierno catalán parece decidido a tirar adelante el proyecto de BCN World a pesar de que en la última oferta de plan de choque que hizo a la CUP se comprometía a paralizar su tramitación para crear una comisión que lo estudiara a fondo. La portavoz del Ejecutivo catalán, Neus Munté, consideró el martes que el macrocomplejo no forma parte del pacto finalmente alcanzado con los anticapitalistas y, por la noche, Puigdemont lanzó la idea de realizar una consulta popular en los municipios en los que se ubicará BCN World.

El Gobierno matizó ayer que esa propuesta todavía debe madurarse y dentro del Ejecutivo surgieron los primeros matices. Junqueras, que ayer visitó Tarragona, manifestó que en el Gobierno catalán no hay “ningún compromiso” sobre la consulta y añadió que, en todo caso, esta debería realizarse en toda Cataluña y no solo en Tarragona. “Desde el gobierno de Junts pel Sí impulsaremos el proyecto”, afirmó Junqueras, quien tachó el boceto original como “error” y abogó por aproximar el macrocomplejo al turismo familiar y alejarlo del negocio del juego.

Reunión en Palau
Junqueras acompañó ayer por la mañana a Puigdemont en una reunión con el presidente de Hard Rock, Hamish Dodds. El encuentro, celebrado a petición del grupo norteamericano en el Palau de la Generalitat, duró cerca de una hora y en él la compañía informó sobre el complejo hotelero y de juego que ha proyectado. La propuesta, según la Generalitat, supone una inversión de 2.500 millones de euros, casi el triple de lo que planteó al inicio.

El macrocomplejo de Tarragona encaja con la estrategia del grupo. Tras la compra de la marca por parte de los indios semínolas de Florida en 2007, Hard Rock ha roto las costuras de la restauración y hoy está volcado en el negocio hotelero y los casinos. El juego, de hecho, representa la mitad de la facturación del grupo, de cerca de 3.900 millones. Tarragona es interesante para la compañía porque por fin contaría con un complejo de juego en Europa, y además, pondría una pica más en España, donde ya ha abierto un hotel en Ibiza y planea hacerlo en Tenerife, Barcelona, Madrid, Marbella y Mallorca.

Ante las inversiones planteadas por Hard Rock y las que vendrán de la mano de Melco y Grup Peralada, los alcaldes de la zona siguen apremiando al Gobierno catalán a acelerar la tramitación del proyecto. La presión ha crecido desde que Junts pel Sí ofreciera a la CUP paralizar el plan para estudiar la conveniencia de seguir con él o rechazarlo. La patronal advirtió, además, de que BCN World es “de vital importancia” para reactivar el mercado laboral de la demarcación.

Fuente: elpais.com