El vicepresidente del Gobierno admite que las medidas de Garzón son “insuficientes”, pero se muestra satisfecho de los “primeros pasos”.

Nada más comenzar la entrevista, Xabier Fortes le preguntó a Pablo Iglesias por el tema del día: la destitución de Alonso como candidato del PP y Ciudadanos a las elecciones vascas. Sin embargo, el vicepresidente del Gobierno desechó hablar del tema y prefirió centrarse en la acción de su Gobierno. El líder de Podemos celebró que la sociedad civil diga que “las casas de apuestas recuerdan a lo que significó la heroína en los 80”.

El vicepresidente del Ejecutivo señala que “lo de las casas de apuestas es vergonzoso”. Reconoce que “no es suficiente” lo que Alberto Garzón ha implantado desde el Ministerio de Consumo. Sin embargo, reconoce que “no son pasos suficientes y que habrá que dar más”. Eso sí, admite que, para el poco tiempo que lleva este Gobierno, se muestra satisfecho.

Recuerda lo que ocurrió en España con la Ley antitabaco. “Con las apuestas hay que seguir dando pasos, pero la crítica siempre está bien”, asegura el vicepresidente segundo del Ejecutivo.

Iglesias “asume” las críticas que se están planteando desde la sociedad civil a tenor de las casas de apuestas. “Hay que avanzar en la dirección que el Ministerio de Consumo y Alberto Garzón han marcado”, admite. El vicepresidente de Derechos Sociales recuerda que hay “muchos ciudadanos sufriendo” mientras otros ganan “mucho dinero” con ciertos anuncios. “Hay que limitar las casas de apuestas y la publicidad en el juego. Estoy orgulloso de la legislación, pero no es suficiente”, admite.

Empatía en la mesa de diálogo

A colación de la mesa de diálogo con el Govern, Iglesias ha admitido es que la posición del Ejecutivo español va a ser una. “Es un conflicto que no se resolverá con una reunión, pero hay que ir con empatía, predispuestos al diálogo y con toda claridad con respecto a nuestras convicciones”, admite.

Preguntado si se volvería a reunir con Oriol Junqueras, Iglesias ha asegurado que es él el interlocutor que ha designado la ciudadanía y, antes, Esquerra Republicana. “Un Gobierno no tiene la capacidad de vetar nadie. Si un día está Casado en la cárcel y es el líder del Partido Popular, pues me reuniré con él en la cárcel”, ejemplifica el vicepresidente del Gobierno.

Fuente: elplural.com