El acuerdo del Gobierno central y Podemos para restringir los anuncios de apuestas afectará a un mercado de 103 millones anuales del que se nutren equipos y torneos

¿Toca a su fin a la atosigante presencia de las apuestas on line? ¿Se acabarán las invitaciones de un programa de televisión o de una página web para jugar una modesta cantidad en un partido? Y si se limitaran esos anuncios en los que se ofrecen bonos regalo para apostar o aparece un deportista famoso, ¿cómo afectará a los clubes y medios de comunicación que ingresan dinero por patrocinio y publicidad?

Las respuestas las tienen el Gobierno de Pedro Sánchez y Podemos, firmantes de un acuerdo para que los presupuestos generales de 2019 contemplen restricciones a los spots del juego como las que se aplican al tabaco. La noticia ha sembrado cierta inquietud en los clubes y competiciones deportivas, sobre los que llueven los euros de sponsorizaciones y anuncios de las casas de juego; un sector que ganó 331 millones con las apuestas en 2017 y dedicó ese año 103 millones al capítulo publicitario, más de lo que gasta El Corte Inglés, la empresa española líder en gasto en márketing (89 millones).

Los datos proceden de Hugo Sáez, un especialista en publicidad digital y ciencias del comportamiento que ha aportado copiosa información en las redes sociales sobre las apuestas on line. Según sus cálculos, basados en los de Hacienda, esa actividad mueve más de 500 millones anuales en España, el doble que hace cinco años. Sus empresas han visto duplicado el número de usuarios activos en ese periodo, hasta alcanzar 2,3 millones de individuos en 2017, y el sector ha crecido un 30% el último año, lo que explica por qué las entidades deportivas más importantes de España no hacen ascos a lo que les pueda caer de ese mundo. El Real Madrid y el Barça, sin ir más lejos, tienen contratos con las casas de apuestas Codere y Betfair, respectivamente, y la mayoría de los clubes de fútbol de Euskadi tampoco son una excepción.

La excepción en Gipuzkoa

El Athletic, por ejemplo, incluye a Bet365 entre los patrocinadores menores que aparecen en su web. El Eibar tiene otro acuerdo con la misma empresa, mientras que el Alavés lo ha firmado con Betway (luce ese logo en la camiseta). Tan solo la Real no explota esa publicidad –el único equipo de la Liga que lo hace–, y eso que su directiva recibió una oferta, pero la rechazó con «criterios no económicos», según el club donostiarra.

En el baloncesto vasco, en el que los presupuestos son más bajos, la dependencia del patrocinio de las apuestas puede ser mayor. Es el caso del Bilbao Basket, que tiene a RETAbet de sponsor principal, gracias a lo cual sobrevive en medio de una profunda crisis. En el club carecían ayer de información sobre una eventual restricción de la publicidad del juego, mientras en el Baskonia, donde Kirolbet también es sponsor principal, se remitieron «a la legalidad» vigente. El Gipuzkoa Basket no necesitó invocarla porque no tiene ningún apoyo económico del juego.

En el País Vasco tambien permanecen a la expectativa las empresas de pelota, deporte en el que la vinculación con las apuestas viene de antiguo, pero sólo las que se cruzan en el frontón, que de un tiempo a esta parte se ha visto mermadas por la crisis económica e internet. Medios empresariales recordaron que Codere patrocina torneos de pelotaris profesionales, pero desconocían hasta qué punto otra regulación de la publicidad del juego podría incidir en esos patrocinios. «Habrá que seguir de cerca esa iniciativa y ver si sale adelante», explicaron.

No obstante, el estandarte del juego on line de cara al gran público es el fútbol, como lo demuestra La Liga, que incluye a la casa de apuestas Sportium en su lista de sponsors. Todos los clubes de esa competición menos la Real tienen algún patrocinio de ese sector. Dejando a un lado a los mencionados Madrid y Barça, y al Athletic, Alavés y Eibar, la empresa Bet365 ha firmado con Betis, Getafe, Rayo Vallecano, Villarreal, Huesca, Celta, Espanyol y Valladolid; Betway lo ha hecho con Leganés y Levante (con logo en camiseta); Bwin con Atlético y Valencia; Marathon Bet con el Girona (con publicidad en la zamarra) y Betfair con el Sevilla.

Lo que ocurra en el futuro con esos sponsors está por ver si se materializa el pacto del Gobierno y Podemos. Una iniciativa política que llega cuando psicólogos y psiquiatras llaman la atención sobre el problema de la ludopatía, parejo a la expansión de internet. Esa realidad se proyecta sobre adultos y menores, a quienes bombardean con reclamos para apostar por medio de móviles, ordenadores, tablets y televisiones de plasma conectados a páginas de resultados, webs digitales, programas televisivos y retransmisiones en directo.

A esa publicidad la acompaña el aviso de que sólo pueden jugar los mayores de edad y de forma responsable, pero más que disuadir, ¿no hay mayor incentivo que ése para un adolescente?.

Fuente: elcorreo.com