Japón, tras haber promulgado una ley que autoriza la apertura de centros de ocio con casinos, se presenta como un mercado potencial para los empresarios del sector. Así está quedando de manifiesto en una de las mayores feria del juego en Asia, la G2E Asia, que se celebra del martes al jueves de esta semana en Macao.

Unas 200 empresas de diversos países, Japón incluido, presentan sus últimas máquinas tragamonedas y ruletas. De forma paralela hay otras actividades. Una de ellas ha sido un seminario que se ha centrado en analizar el potencial de Japón en el mercado de los casinos. En él han participado unas 100 personas, entre empresarios e inversores. Un consultor ha explicado a los asistentes que la clave para tener éxito en este sector es cooperar con gobiernos y compañías locales.

En julio de 2018, el Parlamento de Japón promulgó una ley para permitir la apertura de casinos en complejos que incluyan salas para la celebración de conferencias internacionales, hoteles o parques temáticos. En otras palabras, no se permite la construcción de salas de juego como instalaciones independientes. Además, solo podrá haber un máximo de tres complejos con casino en todo el país, si bien se ha establecido que se decida si ampliar este límite pasados siete años desde la aprobación del primer proyecto.

Varios municipios japoneses han mostrado ya interés en albergar este tipo de instalaciones. Sin embargo, aún se desconocen los detalles sobre cómo serán estos casinos. Todo apunta a que la primera sala de juego se abrirá a mediados de la década de 2020, una vez se decidan los pormenores y la ubicación.

Los partidarios de la ley esperan que los casinos contribuyan a la revitalización de las provincias, fomenten el turismo y atraigan a más viajeros de otros países.

La ley contempla también medidas para lidiar con ciertas preocupaciones en torno a los casinos, como su repercusión negativa en las zonas donde se encuentren y el aumento de la ludopatía. Además, estipula el pago de una entrada para los ciudadanos de nacionalidad japonesa y los de otros países que residan en Japón y limita el número de veces al año que estas personas pueden entrar a jugar.

También en julio de 2018, en vísperas de la promulgación de la ley para la apertura de casinos, el Parlamento japonés promulgó otra con medidas para frenar la ludopatía.

Ahora está por ver qué pasos dará el Gobierno para acabar con la preocupación en torno a los casinos