De acuerdo a un estudio llevado a cabo por la American Gaming Association (AGA), los estadounidenses apostaron una cifra estimada de 5.200 M€ ($ 6.000 millones) en la Super Bowl 2019.

El informe se basa en encuestas realizadas antes de la Super Bowl llevadas a cabo para la AGA por Morning Consult. En las que se estimaba que casi uno de cada 10 estadounidenses, o aproximadamente 22,7 millones de personas, planeaba apostar en el partido entre los New England Patriots y Los Angeles Rams. Según detalla Sport Business.

La legalización de las apuestas deportivas en algunos estados (7) es clave para el aumento de las apuestas. En mayo del año pasado un fallo de la Corte Suprema anuló la Professional and Amateur Sports Protection Act (PASPA), que prohibía las apuestas en la mayoría de los estados. En 2018, los apostantes gastaron alrededor de $ 4.760 millones en la Super Bowl.

Estados como Nueva Jersey, Pensilvania, Delaware y Nevada ya ofrecen la posibilidad de apostar en competiciones deportivas. Incluyendo la Super Bowl. Y se espera que el número siga creciendo este año. Las apuestas suponen una oportunidad para los estados de incrementar sus ingresos vía impuestos.

Las apuestas tendrán un gran papel en el incremento del valor de las franquicias. Así lo reconoce el abogado Irwin Raij, copresidente de Sports Industry Group en O’Melveny. Para quien “los ingresos por apuestas deberían llevar al siguiente salto en las valoraciones de la franquicia. Que se hará evidente una vez que se venda el primer equipo después de que se tengan en cuenta los datos de ingresos por apuestas”.

Además, el aumento de las apuestas ha tenido “un impacto positivo en la audiencia. Hay altas expectativas de que la audiencia a largo plazo en cada deporte tendrá una tendencia al alza. La audiencia de la NFL por sí sola ya ha subido un 4-5 por ciento este año, un aumento que podríamos atribuir parcialmente a las reglas de juego”.

Fuente: lajugadafinanciera.com