El Gorg es una de las zonas de Badalona con mayor perspectiva de desarrollo en los próximos años.La construcción en marcha del canal y el paseo que conectará el puerto con el pabellón de la Penya lleva años atrayendo promociones inmobiliarias, y también nuevos comercios y negocios.
Algunos nuevos edificios ya albergan vida cotidiana en su interior, y comercial en sus bajos. El devenir depara establecimientos de todo tipo, que ya han abierto o están en ciernes, como es el caso de una nueva sala de juegos de azar, que, a diferencia del resto, ha despertado cierta controversia en el barrio, y también a nivel municipal.
Una gran empresa del sector espera en breve la licencia para poder comenzar la instalación de un bingo con capacidad para más de 400 personas. La localización es un amplio espacio que un concesionario de vehículos dejó en su momento, en los bajos de un edificio de los que lleva años en pie y cuyos vecinos rechazan. “Ha sido una sensación rara. Hace unos meses les comunicaron algo a los vecinos de la comunidad, pero no se habló más hasta que, hace poco, petó definitivamente. Vinieron a vernos y ya estaba todo mascado”, relata la presidenta de la Asociación de Vecinos Gorg-Mar, Teresa Vinuesa.
Los nuevos propietarios convocaron entonces al vecindario en el propio local para reunirse, enseñar planos, ofrecer toda la información pertinente y asegurarse de comenzar con buen pie la convivencia. “Aquel día la mayoría de los asistentes mostró su oposición al proyecto, a pesar de que ya está todo prácticamente hecho a nivel de trámites”, apunta Vinuesa. La zona colgó pancartas de protesta en los balcones y la asociación vecinal realizó encuestas en los comercios de la zona para tomar el pulso al barrio, que mayoritariamente se expresó en contra, asegura.
A pesar del punto en el que el proceso se encuentra, el malestar vecinal saltó al pleno municipal, donde la representante vecinal tomó la palabra para insistir en la reivindicación. Ya no por el caso particular del nuevo bingo, sino para poner al Ayuntamiento en alerta de cara a futuras situaciones similares. “¿Esto es lo que queremos como barrio y ciudad? Nosotros, no. Un bingo bajo una comunidad de vecinos, hasta las 4 y 6 de la mañana, que atraerá a decenas de coches a la zona…sin entrar en el debate moral sobre la ludopatía y la adicción. Sabemos que este proyecto ya es una realidad, pero os ponemos en aviso: que no produzca un efecto llamada, no queremos que el nuevo canal sea una suerte de Puerto Olímpico”.
La tramitación del bingo
El concejal de Urbanismo, Rubén Guijarro, así como la mayoría de concejales del pleno que intervinieron, atestiguaron lo que la asociación vecinal sabe: el proyecto del nuevo bingo ya es a nivel de trámites una realidad, a falta de tener la licencia en la mano. El procedimiento comenzó hace un año, al menos, cuando la empresa empezó a solicitar los permisos, que ha ido consiguiendo ( informe de bomberos, de la Generalitat y del propio Ayuntamiento). “No es nuestro modelo de barrio ni de ciudad, pero el Ayuntamiento ya no tiene ninguna herramienta legal para pararlo. Hacerlo sería incurrir en un delito”, detalló Guijarro, quién avanzó, no obstante, el impulso de una comisión para elaborar una ordenanza y un plan especial para regular la apertura de estos negocios en la ciudad.
Según los datos del propio Consistorio, Badalona cuenta a día de hoy con otro bingo y tres casas de apuestas. Aunque la cifra no destaca, la mayoría de grupos municipales se muestran a favor de establecer una regulación clara para la apertura de salas de apuestas. Por lo pronto, apuntan fuentes municipales, se espera que la comisión pueda reunirse este mismo mes de abril para empezar a trabajar. Guanyem Badalona, partido que encabezaba el anterior gobierno, pide, además, una moratoria de un año para este tipo de licencias.
La formación de Dolors Sabater impulsó en el pleno una moción para pedir detener el bingo, regular la apertura de salas de juego y luchar contra un negocio que ven como causa principal del aumento de la ludopatía, también en Badalona. Aunque la moción no recabó el respaldo de todos los partidos. Recriminaron a Guanyem que el proyecto del bingo ya es imparable y que, de hecho, se inició cuando aún estaban al mando de la alcaldía, la propuesta sí prosperó por la filosofía y el objetivo de fondo: parece haber un acuerdo unánime en cuanto a que la ciudad regule muy detalladamente las salas de juego.
“Sabemos que el bingo del Gorg será una realidad, pero si haber hecho este ruido sirve para que os planteéis qué hacer con futuros casos y regularlos de antemano, ya habrá servido de algo”, cerró Teresa Vinuesa. Las pancartas, de momento, seguirán colgadas en los balcones de Gorg.
Fuente: lavanguardia.com