La pandemia y las fuertes restricciones impuestas desde la Generalitat zarandean a un sector que no había dejado de crecer hasta 2019

El juego de apuestas en máquinas auxiliares se ha desplomado a niveles de 2014. El efecto de la pandemia y las restricciones aprobadas por la Generalitat han provocado que 2021 se haya cerrado con un acumulado de 220,3 millones de euros jugados –173,6 millones se repartieron en premios–, la cantidad más baja desde hace siete años. Un frenazo para una curva ascendente. En 2019 se apostaron 345,5 millones de euros.

El primer trimestre de 2021, que coincidió con la ola más dramática del coronavirus, fue catastrófico para el sector de las apuestas con menos de 20 millones de euros jugados. A partir de ahí se inició una recuperación que ha sido insuficiente para mantener los números anteriores al coronavirus.

En la Comunitat Valenciana había 3.306 máquinas auxiliares de apuestas en la hostelería en 2020, 190 en locales específicos, 2.132 en salones, 24 en casinos, 298 en bingos y 414 en terminales de apuestas. En total, 6.264 máquinas auxiliares entre las tres provincias. El dato llamativo es que son menos que en 2019, cuando marcaron el pico con 6.440 aparatos.

El cierre de locales y de la restauración resultó letal para una modalidad de juego que se basa en las máquinas auxiliares que se ponen en muchos bares junto a las tragaperras. Además, este tipo de máquina está en el ojo del huracán desde la entrada en vigor de la nueva ley del juego, ya que se considera que suelen escapar al control de menores. De hecho, en la nueva normativa se especifica que una vez venza la licencia no se renovará, por lo que el objetivo final es que desaparezcan de los bares.

El último trimestre de 2021 empezó a ofrecer síntomas de mejoría con un importe jugado superior a los 75 millones de euros. Una cantidad que apunta a una vuelta a la normalidad pero muy alejada de los números de 2019, cuando las apuestas en este tipo de máquinas mostraban cierto músculo con cantidades cercanas a los 90 millones de euros al trimestre. Las máquinas de apuestas en los bares se habían convertido en reclamo y punto de consumo fácil.

En 2020, el primer año de la pandemia de coronavirus, se llegaron a suspender las competiciones deportivas, lo que fue un varapalo muy importante para el sector. En el segundo trimestre de ese año, el primero de la pandemia, el importe jugado fue de 12 millones de euros. Pero a partir de ese momento se produjo una fortísima recuperación para cerrar el último trimestre de 2020 con más de 83 millones de euros jugados.

La llegada de 2021 no fue buena, las apuestas comenzaron a caer en picado y la recuperación no ha sido en ningún caso similar a la de 2020, lo que ha provocado que el último ejercicio se cerrara con la cantidad jugada más baja desde 2014.

La pandemia ha sido un golpe importante para el juego, especialmente tras las medidas adoptadas por la Generalitat para evitar los contagios. En marzo, los únicos locales de juego cerrados en España eran los de la Comunitat Valenciana.

El Consejo Empresarial del Juego emitió una nota muy crítica con el Gobierno valenciano, al que acusó de poner en riesgo el futuro de 133 empresas valencianas, la mayoría de tamaño medio y pequeño. «Se han puesto en peligro 7.000 puesto de trabajo de manera directa y 30.000 de manera indirecta», señalaba la nota emitida por una de las patronales del juego privado en España a principios del año pasado.

Los empresarios y trabajadores del sector del juego se llegaron a manifestar a las puertas del Palau de la Generalitat para denunciar una situación que consideraban discriminatoria respecto a otros establecimientos de ocio y hostelería.

La última memoria de la Generalitat sobre el juego corresponde a 2020, donde los valencianos se jugaron presencialmente 1.747 millones de euros, un 39,3% menos que en el ejercicio anterior.

El sector que más cayó fue el de los casinos, en 2020 movió 51 millones de euros, cuando en 2019 se jugaron más de 119 millones. La máquinas tragaperras, y el bingo (tanto el normal como el electrónico) también sufrieron un varapalo con la pandemia.

Las apuestas deportivas en máquinas auxiliares son atractivas, especialmente para los más jóvenes. En 2020 cada valenciano mayor de 18 años jugó una media de 62 euros, la misma cantidad que en el bingo. En cambio, esta suma se elevó a 311 euros por valenciano en las tragaperras y 13 euros en los casinos.