«Ahora no es el momento. El trabajo es otro». Con claridad y contundencia se expresó ayer la presidenta del grupo parlamentario de la CUP, Mireia Boya, sobre el proyecto de BCN World. De esta manera, la fuerza anticapitalista erige un escollo más sobre el camino hacia la fructificación del complejo turístico y de ocio previsto en Salou y Vila-seca (Tarragona).

La posición de la CUP y ERC sobre el proyecto siempre había sido de rechazo frontal. Contraria a Convergència, que había firmado un acuerdo con el PSC para dar luz verde al proyecto, y sobre el cual siempre ha mantenido una postura meridianamente favorable. Si bien, el anuncio del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de celebrar una consulta para calibrar el nivel de apoyos hacia el plan, parecía haber acercado posturas. ERC aprobó un referéndum. La CUP veía este paso con buenos ojos.

Ayer, los anticapitalistas lanzaron un aviso: «Si nos provocan, contestaremos y además, la CUP no está absorbida por Junts pel Sí. Sería un error». Boya fundó el posicionamiento de su partido en la peculiaridad de la legislatura. «El equilibrio es tan débil y estamos es una legislatura que es una anomalía democrática» porque no es «normal que CDC pacte con la CUP», avisó. De ahí, «que no hay que sacar adelante este tipo de proyectos. Esperamos a las elecciones constituyentes y que el gobierno que salga de allí que haga lo que quiera. Ahora no es el momento, el trabajo es otro», zanjó Boya.

Así, la distancia y el conflicto en el seno de Govern permanece en torno a esta cuestión. La portavoz de CDC, Marta Pascal, aseguró ayer que la consulta debería hacerse sobre el territorio en el que se construirá el complejo y no en el conjunto de Cataluña, como pretende el líder de ERC y vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras.

Ante esta tesitura, Puigdemont ya expresó el jueves pasado su inquietud y quiso lanzar un mensaje ante la premura del tiempo. «Si hay margen de modificaciones estamos dispuestos a hacerlo. Ahora, nos interesa que haya una salida, los inversores no esperarán eternamente», recordó. El 10 de febrero, el propio Puigdemont y Junqueras se reunieron con los dos principales ejecutivos de Hard Rock Café –que está dispuesta a liderar el proyecto– ya les instaron a que dieran una respuesta rápida.

En los últimos días, desde el Govern se ha tratado de atraer a a los que se mantienen reacios. El conseller de Territori, Josep Rull, y Puigdemont han asegurado que BCN World ya no existe: «Ni el proyecto ni los promotores son el mismo. Los casinos solo ocuparán el 6% del espacio».

Fuente: larazon.es