El mecanismo planteado apunta a seguir lo realizado por Holanda en 2019. Ese año, la autoridad de juego estableció que las plataformas ilegales quedaban imposibilitadas de obtener licencias por 33 meses.
Así, junto con crear un sistema de licencias, se impuso este período de “cooling off” de dos años y nueve meses, durante el cual las plataformas que operaron ilegalmente se tuvieron que abstener de ofrecer juegos de casinos.
Por esta situación, entregan una fórmula para poder regular esta industria y plantean seguir el modelo holandés. “En 2019, cuando Holanda definió su marco normativo para el juego de azar en línea, la autoridad de juego estableció que las plataformas ilegales quedaban imposibilitadas de obtener licencias por 33 meses. Así, junto con crear un sistema de licencias, se impuso este período de “cooling off” de dos años y nueve meses, durante el cual las plataformas que operaron ilegalmente, es decir, todas las que entraron en Holanda antes de la ley, se tuvieron que abstener de ofrecer juegos de casinos y apuestas deportivas en los Países Bajos y sólo después de demostrar que cumplieron con dicho plazo, pudieron aplicar a las licencias. Todo ello, manteniendo como delito la oferta de juegos de azar sin licencia”, explica Silva.
De acuerdo a su argumentación, estas reglas “demostraron ser un acierto ya que permitieron que el ecosistema de juego online, lanzado el 1 de octubre de 2021, comenzara a operar respetando los derechos de los consumidores, resguardando los datos personales, previniendo el lavado de activos y evitando la competencia desleal y los abusos”.
Según cifras de la Superintendencia de Casinos, hay más de 900 páginas web y plataformas que permiten desarrollar apuestas en línea desde Chile, alojadas en países o jurisdicciones como Malta o Curacao, generando un mercado de alrededor de US$ 150 millones. Además de las casas de apuestas ya nombradas están Juega En Línea, BetsAmerica007 y Coolbet, entre otras.
El principal problema es de esta irregularidad es que operan sin ninguna fiscalización ni aporte al fisco a través de respectivo pago de impuestos. Además, está la sospecha de que al ser juegos en línea se puedan eventualmente arreglar partidos y eso sucede por la falta de regulación.
El proyecto que comenzará a analizar la Comisión de Economía pretende recaudar para el fisco unos US$ 55 millones anuales en régimen.
Fuente: latercera.com