Los niveles de apuestas en los casinos de juego del país se han más que duplicado en los últimos diez años. Si en 2008 el gasto promedio por visita a estos recintos alcanzaba los $24 mil, el año pasado el desembolso de cada jugador promediaba los $60 mil.
La mayor competencia en la industria, además de la entrada en vigencia de la normativa que prohibió fumar en lugares públicos, ha impulsado a las compañías del rubro no sólo a diversificar en su oferta, sino también a innovar en productos y servicios. Esto, sin duda, trajo beneficios para los operadores que durante 2018 lograron reponerse de los malos resultados que dejó 2017 (terminaron planos).
A noviembre, el sector bajo supervisión de la Superintendencia de Casinos -restando los municipales- reportó ingresos por $306.948 millones, un 8% más que hace un año. Los ingresos de la industria se elevan a $442.051 millones si se suman los generados por las siete plazas municipales, que crecieron 1,2%.
Fuente: latercera.com