Las asociaciones de vecinos El Pilar y Río Jerte respiran más tranquilas. La Consejería de Economía y Hacienda les ha comunicado que las multas a las que tendrán que hacer frente por organizar partidas de bingo en sus sedes serán de 1.000 euros, una cantidad que además se ha comprometido a pagar el Ayuntamiento en el caso de que no prosperen los recursos presentados por los presidentes.
La primera comunicación de procedimiento sancionador que recibieron el pasado mes de marzo había hecho cundir el pánico entre las directivas de estas dos asociaciones. En ella se decía únicamente que habían cometido una infracción tipificada como muy grave en la Ley del Juego de Extremadura y que se enfrentaban a una sanción de hasta 600.000 euros, una cantidad desorbitada que hizo a los presidentes vecinales acudir rápidamente al Ayuntamiento en busca de ayuda y asesoramiento.
La primera reacción del equipo de gobierno del PP fue más bien fría con ellos. Tanto el alcalde, Fernando Pizarro, como el concejal de Distritos, José María Nisa, declararon entonces que ayudarían en lo que pudieran, pero que en todo caso estarían «al lado de lo que diga la ley». Nisa matizó que, si no había habido ánimo de lucro en la organización de los bingos, probablemente el asunto no pasaría a mayores.
La excepción a la Ley del Juego sólo se aplica en los hogares de mayores
Se puede considerar que así ha sido finalmente. La Consejería de Economía y Hacienda sigue adelante con el procedimiento sancionador, pero a la vista de las escasas cantidades de dinero que se jugaban en la asociaciones (diez céntimos el cartón y premios que apenas alcanzaban los cinco euros), ha dejado la multa en mil euros.
La propia Ley del Juego de Extremadura establece una excepción a la normativa. Dice que no se aplicará a «los juegos y apuestas de ocio y recreo constitutivos de usos de carácter tradicional o familiar, siempre que no sean objeto de explotación lucrativa». No obstante, en la práctica la Junta únicamente aplica esta excepción a los hogares de mayores, pero no a las asociaciones de vecinos, y así lo hizo constar cuando en el año 2005 surgió una polémica similar en Cáceres a raíz de una denuncia de la Asociación de Empresarios de Bingo de Extremadura.
En todo caso, las asociaciones de Río Jerte y El Pilar han recurrido apelando a esa excepción en la normativa. El presidente de la primera, Antonio Gil, cree que se les debe dar a ellos el mismo tratamiento que a los hogares de mayores, pues el espíritu de los bingos que se organizan en las asociaciones es el mismo. «Aquí viene sobre todo gente mayor a pasar la tarde, y algunos ni siquiera saldrían de casa si no fuera por el bingo», señala el dirigente vecinal, quien insiste en que en ningún caso hay ánimo de lucro.
Antonio Gil y el presidente del Pilar, Javier Jiménez, mantuvieron la semana pasada una reunión con José María Nisa en la que el concejal les tranquilizó. Les dijo que ha hablado personalmente de este asunto con la directora general de Tributos de la Junta, que es quien lleva el expediente, y que, si bien lo más probable es que la sanción se mantenga, la cuantía será lo más baja posible. También les aseguró que, en cualquier caso, será el Ayuntamiento el que asuma la sanción por medio de una asignación directa en los presupuestos del próximo año de las asociaciones.
Tanto Río Jerte como el Pilar han suspendido las partidas de bingo en sus sedes desde que les llegó la carta en la que les anunciaban la apertura del procedimiento sancionador. «No nos vamos a arriesgar a que venga otra inspección porque entonces ya sería la cosa mucho más seria», indicó Antonio Gil.
Los procedimientos se abrieron a raíz de unas inspecciones que llevaron a cabo entre finales de enero y principios de febrero policías nacionales de paisano tanto en estas dos como en otras asociaciones de vecinos de la ciudad, probablemente tras haber recibido alguna denuncia al respecto.
Fuente: hoy.es