Según ha informado el Govern en nota de prensa, la Vicepresidencia del Ejecutivo balear y Conselleria de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática ha convocado este martes a la Comisión del Juego de Baleares para presentarles el último borrador del Anteproyecto de ley de reforma de la Ley 8/2014, de 1 de agosto, del juego y las apuestas en Baleares.


La Comisión, que reúne a todas las asociaciones del sector y los sindicatos, ha recibido, por parte del director general de Comercio, Miguel Piñol, la última versión de la propuesta de modificación de la ley balear del juego, que recoge las recomendaciones del CES de Baleares. Se trata del último paso antes de iniciar los trámites europeos previos a su entrada en el Parlament.

Las novedades más importantes resultantes de estas incorporaciones incluyen la limitación a 500 metros de distancia mínima entre salones de juego en Palma; la extensión de la prohibición de ubicar máquinas de juego en las proximidades de los centros educativos de menores de edad en todo tipo de centros educativos, independientemente de la edad de las personas a las que estén dirigidos; o la ampliación del período de prescripción de las infracciones leves de seis meses a un año.

Por otra parte, con la incorporación de las últimas aportaciones se suprimirá la obligatoriedad de establecer sistemas de activación y desactivación en las máquinas de tipo B, aunque deberá mantenerse la máquina en suspenso con una pantalla de verificación de edad, y se permitirá indicar el nombre comercial y la marca del establecimiento en las fachadas de los salones de juego, bingos, casinos o casas de apuestas.

BALEARES, PRIMERA CCAA QUE NO CONCEDERÁ MÁS LICENCIAS DE JUEGO

La propuesta de modificación de la ley de juego del Govern fija un máximo de 75 salas de juego por cada millón de habitantes -ahora se parte de 140 salas- e incluye la moratoria automática de nuevas licencias hasta que se consiga esta cifra, es decir, hasta que el número actual de salas de juego y apuestas no se reduzca a la mitad.

El pasado mes de abril, el vicepresidente y conseller Juan Pedro Yllanes ya hizo pública esta medida, con la que el Govern se asegura de que no se concederán más licencias de juego en las Islas en las próximas décadas. Baleares se convierte así en la primera comunidad de todo el Estado en impedir, de facto, la apertura de nuevas salas de juego y de nuevas casas de apuestas.

«La modificación de la ley del juego atiende a las demandas de la sociedad civil que, en los últimos años, ha mostrado su preocupación ante la proliferación de la oferta de juego, y la necesidad de adoptar nuevos marcos normativos que pongan freno a un crecimiento excesivo», ha explicado Piñol, quien ha recordado además algunas de las medidas adoptadas por el Govern hasta la fecha, como la primera moratoria para nuevas licencias entre 2020 y 2022, que permitió parar una dinámica de aperturas sin límite, o la suspensión de licencias en las postrimerías de la moratoria, con el objetivo de consolidar la replanificación sectorial, retrasada por el impacto económico y social de los efectos de la pandemia.

Piñol ha insistido, además, en la apuesta del Govern «por las políticas de prevención de las adicciones, de protección de menores y colectivos más vulnerables, de paz social y convivencia vecinal».

El Govern considera el juego desde una perspectiva integral de responsabilidad social y como un fenómeno complejo ante el que deben combinarse acciones preventivas, de sensibilización, y de control y reparación de los efectos negativos que se puedan derivar.

Fuente: msn.com