La salida de dos grandes grupos internacionales del juego de la licitación de los casinos bonaerenses no sólo pudo haber allanado el camino para que la firma Boldt, de la familia Tabanelli, retenga el control de ese negocio. También se ofrece como un espejo de la situación que exhiben otros grupos inversores ante los últimos sacudones de la economía local.

LA NACION accedió en exclusiva a las cartas que Codere y Enjoy enviaron a la provincia para anunciar que abandonaban la licitación. Con sus matices, reflejan una ambivalencia: los elogios que las políticas de Cambiemos o el presidente Mauricio Macri en particular suelen cosechar cuando pisan otro país, a la vez que las dudas que despierta el derrotero económico a la hora de concretar una inversión real.

La primera carta, y la más extensa, es la que Codere envió al presidente de Lotería, Matías Lanusse. La firma Bernardo Chena, presidente de Iberargen SA, la sociedad con la que Codere opera en la Argentina. La firma española, hoy controlada por fondos estadounidenses, conoce al dedillo la situación local: es el mayor operador de bingos en la provincia.

Elogios al rumbo, dudas por el derrotero.

En el texto, Chena «celebra y apoya» en más de una ocasión la decisión del gobierno de María Eugenia Vidal de encarar una licitación pública para «obtener las mejores condiciones de idoneidad, conveniencia y capacidad en la contratación por parte del Estado», al mismo tiempo que «un proceso en competencia, con absoluta transparencia».

No por ello deja de marcar que las condiciones del pliego elaborado por la provincia obligaban a Codere a ajustar al extremo sus márgenes para compensar las ventajas con las que partía Boldt: particularmente, porque ya es dueño del edificio donde funciona el Casino Trilenium, la sala mas redituable de la licitaciones.

El cálculo de Codere es que iba a tener que invertir unos 190 millones de dólares (se estima que Boldt necesitará 120 millones, por ya contar con la infraestructura y operatividad), con «tasas de retorno muy ajustadas».

Pese a esos condicionantes, Chena indicó que la firma local decidió ir adelante con la licitación, «pero finalmente no hemos logrado el apoyo de los accionistas de la sociedad». Es decir, de los socios extranjeros que controlan el grupo.

Y allí es donde entra a tallar la reciente corrida del dólar y la inestabilidad financiera. «Cabe mencionar en ese sentido que la evolución de la economía argentina en el último par de meses generó un aumento en la percepción de los riesgos asociados a la inversión que no han contribuido en favor de la misma, más allá de la mirada optimista en el largo plazo del equipo gerencial local y nuestro CEO global (todos argentinos y familiarizados con la realidad local)», agrega Chena.

El planteo de Enjoy a Vidal.

Más breve, la carta que Vidal recibió de Gerardo Cood Shoepke, gerente general de Enjoy SA, repite el mismo itinerario. Enjoy es una firma chilena, controlada desde el año pasado por fondos estadounidenses, que entre otras salas administra los casinos de Mendoza y del Hotel Conrad, en Punta del Este.

Cood Shoepke señala que abandonar la licitación fue «muy difícil» y aclara que tuvieron mucho que ver situaciones particulares no relacionadas con el país (Enjoy acaba de ganar varias licitaciones en Chile). También destaca «la convicción y evidencia que soplan aires de renovación y crecimiento en la Argentina», «el profesionalismo y la transparencia en la gestión de esta licitación y «la conducta» de los funcionarios de Vidal.

Pero la coyuntura económica local no es olvidada en el texto: «El cambio de proyecciones por razones financieras y cambiarias ha determinado que hayamos tenido que posponer nuestro ingreso en los circuitos más relevantes de la Argentina».

Las dudas en la provincia por el margen de ganancia.

Una última duda flotaba ayer en los pasillos de Lotería cuando se abrían las ofertas que Boldt, Casino de Victoria y Bingo Pilar hicieron por las 3860 tragamonedas de la licitación: si Boldt era consciente de que no iba a competir contra Codere ni Enjoy. Es decir, si sabía que no tendría que enfrentar a rivales de peso en la compulsa.

La duda no es menor, porque buena parte de la licitación se definirá por el margen de ganancia que los empresarios del juego le ofrezcan a la provincia. Ante más competencia, Vidal esperaba obtener más recursos para el Estado.

La carta con la que Enjoy abandonó la licitación está fechada el 18 de junio, diez días antes de la apertura de sobres. La de Codere se presentó ayer, a las 10 am, justo cuando cerraba el plazo de la licitación.

¿Fue un gesto de Codere a Vidal, para obligar a Boldt a ofrecer un mejor flujo de fondos a la provincia? ¿O Boldt ya sabía que no iba a tener rivales de envergadura? La respuesta se conocerá en un mes y medio, cuando se abran los sobres que contienen la propuesta económica de los empresarios a Vidal.

Fuente: lanacion.com.ar