Oeración Pizarro. Operación Cortés. Operación Oikos. El fútbol español tenía un problema con la corrupción, que era la principal preocupación de entidades, directivos y aficionados, tal y como reflejan las encuestas internas que manejaba, y maneja, LaLiga.

‘Tenía’, y no tiene, porque según los datos del departamento de Integridad y Seguridad de la patronal de los clubes, los amaños están erradicados en el balompié profesional español (Primera y Segunda).

¿Y en el resto de categorías? No se puede ser tan categórico, pero sí se puede decir que nuestro fútbol está «muy sano», en palabras de José Ignacio Arbea, responsable de ese Área de Integridad.

El organismo que dirige Javier Tebas ha monitorizado esta temporada 7.809 partidos entre LaLiga Santander, LaLiga Smartbank, Primera, Segunda y Tercera RFEF, Liga Iberdrola, fútbol juvenil y otras competiciones y partidos amistosos. Sí, también amistosos. En los últimos años LaLiga ha observado alguna alarma en este tipo de encuentros, en los que nada hay en juego deportivamente. En esos cerca de 8.000 encuentros sólo ha habido 13 denuncias, ninguna correspondiente al fútbol profesional. Por comparar: el curso pasado hubo 15 y en la 17-18, cuando saltaron las operaciones Pizarro y Cortés, hasta 39.

¿Cómo ha acabado LaLiga con los amaños? Para empezar, se trabaja con los jugadores en un programa de prevención. El equipo que lideran Florentino Villabona, director de Integridad y Seguridad, y José Ignacio Arbea ofrece charlas a equipos de todas las categorías, desde Primera a Tercera RFEF, fútbol femenino y hasta juveniles, para explicar a los y las futbolistas los peligros de amañar un partido: desde 2010 la corrupción deportiva está tipificada como delito en el Código Penal, por lo que puede conllevar penas de hasta cuatro años prisión, a diferencia del castigo ‘únicamente’ deportivo que había antes. «Se les dice lo que pasa si cometen un delito de corrupción deportiva, se les explica cómo los grupos organizados utilizan fórmulas para acercarse a ellos para que luego se cometan los amaños, cómo actúan estos grupos a través de las apuestas para blanquear…«, explica Arbea a Primera Plana.

Desde LaLiga apuntan a estos talleres, que son de obligado cumplimiento para jugadores y cuerpos técnicos, como la primera pata para acabar con los amaños. Consideran que la información de la que dispone ahora el futbolista es mayor que la que había hace unos años. «Ahora están obligados y son conscientes. Lo palpas cuando vas a darles los talleres de Integridad: te hacen preguntas, ahondan en cuestiones. Estamos contentos«. Este año se ha formado a 3.500 jugadores y técnicos.

Más allá de la formación y la información que se dé a los jugadores, hay dos recursos de vital importancia para pelear contra la corrupción: la tecnología y los oficiales de Integridad. En cuanto al primero de esos recursos, LaLiga cuenta con el software Tyche 3.0 para monitorizar todos los partidos del fútbol español en las principales casas de apuestas, ya sean nacionales o internacionales. Si hay movimientos sospechosos antes o durante el partido, se manda una alerta al equipo de analistas de LaLiga. Si una cuota se desploma y otra sube demasiado sin un motivo aparente, o se apuesta demasiado dinero a un partido en comparación con lo que se apuesta a encuentros de características similares, el sistema detecta que algo extraño sucede. LaLiga presume de ser la única competición deportiva que cuenta con un software de este tipo, y ya se ha empezado a comercializar a través de LaLiga Tech ante el interés de otras muchas competiciones, no sólo futbolísticas.

El segundo recurso son los oficiales de Integridad. Estos no acuden a todos los partidos, sino sólo a aquellos que LaLiga considera con más riesgo de que pueda perpetrarse un amaño, ya sea porque manejan algún tipo de información o porque haya un resultado que convenga a dos equipos para conseguir un objetivo… «Cuando más cuidado hay que tener es cuando el partido está jugándose; ahí es cuando uno ve que pueden estar manipulándonos a través de las apuestas, porque es cuando más monto económico se mueve en un encuentro«, narra Arbea, inspector de la Policía Nacional.

Este curso ha habido 1.400 agentes ‘vigilando’ in situ. ¿Qué detectan o buscan detectar estos oficiales de campo? Lo explica José Ignacio Arbea: «Actitudes de los futbolistas… Pueden escuchar una conversación directa en un terreno de juego, puede haber jugadas que muchas veces pasan desapercibidas pero que tienen importancia. Pueden ver una intensidad que no es normal o comportamientos anexos que no son habituales en gente profesional… Y luego hacen una muy importante labor de prevención, porque ellos cuando llegan al campo dicen ‘estamos aquí para cualquier cosa, por si ha ocurrido algo, si alguien se ha puesto en contacto con vosotros para que hagáis algo que no debéis’. Refrescan un poco los talleres».

¿Y si hay una alarma? «La abrimos y la estudiamos, vemos lo que dice el oficial de Integridad que ha estado en ese partido y, si consideramos que tiene suficiente cuerpo y puede haber un amaño, lo que hacemos es trasladarla a la Policía Nacional, a través de un marco de colaboración que tenemos firmado desde el año 2017. Si vemos que se queda en una alarma que no tiene más, lo consideramos una alarma menor y lo que hacemos es remitirla al DGOJ [Dirección General de Ordenación del Juego], porque así ellos ven si hay algún futbolista que ha apostado», señala el responsable.

Los jugadores, la clave del todo

Arbea señala a la buena actitud de los jugadores como principal causa de que los amaños hayan desaparecido del fútbol profesional. «Hay que agradecer a los futbolistas la predisposición que tienen para que suceda, porque ellos son parte necesaria e importante en que esto tenga éxito. El final de temporada de este año… hemos visto que un Alcorcón que lleva dos meses descendido ha quitado el ascenso al Eibar y casi se lo quita al Almería una jornada antes. Eso no ha pasado en Europa en ningun lado. Ha calado el mensaje, ellos son los primeros actores y me gustaría reflejar esto de parte de LaLiga, darles la enhorabuena a los futbolistas».

En las charlas que reciben los jugadores se les recuerda que a través de la ley del juego tienen prohibido apostar a partidos de competiciones en las que participan. Si lo hacen, sería una falta administrativa. ¿Y a competiciones en las que no participan? ¿Puede, por ejemplo, un jugador de LaLiga Santander apostar a un partido de LaLiga Smartbank, de Segunda RFEF o de la Liga Iberdrola? Según explica el dirigente sí, ya que no lo prohíben ni la ley del juego ni el reglamento de la RFEF, pero cada vez más clubes se lo prohíben a los jugadores en su reglamento interno. El del Real Madrid, reciente campeón de Liga, dice lo siguiente: «Debes saber que no está permitido apostar. El Reglamento Interno del club estipula que ningún jugador puede apostar en ningún partido de fútbol o baloncesto según el caso, ni directa ni indirectamente. Esta prohibición incluye la comunicación de información no disponible públicamente a cualquier persona con la intención de que la usen para realizar apuestas o en relación con cualquier apuesta». Una prohibición que en algunos clubes va más allá de plantilla y técnicos y se amplía a los empleados.

Los clubes, por supuesto, tienen un papel relevante, porque un punto no menor para que los jugadores no caigan en la ‘tentación’ es que los pagos estén al día. «Si no, los conviertes en elementos sensibles a caer en esta perversión. Si una persona no cobra o un equipo no paga, llega alguien y les dice ‘haced esto y os pago tanto en B'», dice Arbea, que también dirige la mirada a un sector damnificado por los amaños sobre el que no se suele poner el foco: los aficionados: «Hay una cosa que ya se empieza también a instrumentalizar, el asunto de que cuando hay un delito de corrupción deportiva a los aficionados que vamos al estadio nos están estafando. Te estás apasionando con un club, gastándote un dinero…» Una estafa que cada vez se produce menos. Como dice el responsable, el fútbol español «goza de una salud adecuada». La pelota y LaLiga ya no se manchan.

Fuente: marca.com