La operación de la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra contra la mafia armenia en España permitió detener a siete «vor v zakone» o «ladrones de ley» que presuntamente lideraban una de las mayores organizaciones criminales europeas dedicada a múltiples delitos, entre ellos la corrupción en apuestas deportivas. Los responsables de la operación, en la que colaboró Interpol, Europol y la Policía Criminal de Georgia, han presentado hoy el balance del dispositivo y han detallado que se ha podido acreditar la participación de unos veinte deportistas en los amaños.
Los deportistas eran sobornados para smanipular los resultados de partidos de baloncesto de Azerbayan, de voley playa de Rusia o de categorías inferiores de tenis. Además manejaban información privilegiadas de otras disciplinas deportivas como el hockey sobre hielo de tercera división de Rusia.
La macrooperación llevada a cabo el pasado 26 de junio se saldó finalmente con la detención de 129 personas, la gran mayoría de nacionalidad armenia, y el registro de 74 inmuebles en Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Albacete, Murcia Girona y Granada. 41 de los arrestos se llevaron a cabo en la provincia de Alicante y once estos detenidos han ingresado en prisión.
La organización criminal estaba implicada en innumerables delitos como pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, blanqueo de capitales, robo con fuerzas en domicilios, tráfico ilícito de vehículos, contrabando de tabaco, tenencia ilícita de armas, falsedad documental, estafa, extorsión o corrupción en apuestas deportivas. En los registros fueron intervenidos unos 100.000 euros en efectivo, nueve armas de fuego con numerosa munición, chalecos antibalas y anticorte, sistemas para la inhibición de las comunicaciones, multitud de cajetillas de tabaco de contrabando y una fundición clandestina de joyería.
Doble asesinato en Terrasa
Según informa hoy la Policía, la investigación comenzó a principios del año 2016 como consecuencia del asesinato de dos ciudadanos georgianos en Terrassa (Barcelona). Los dos fallecidos estaban estrechamente vinculados a la organización criminal liderada por un «Vor v Zakone» que actualmente se encuentra cumpliendo condena en una prisión de Francia. Bajo la dirección del juzgado de Instrucción número 2 de Terrasa (Barcelona) y la coordinación de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada se constituyó un equipo conjunto de investigación de este doble asesinato integrado por funcionarios de la Policía Nacional y de los Mossos D´Esquadra.
Durante los dos años y medio que ha durado la investigación, la Policía asegura que se ha podido comprobar la existencia de una amplia organización criminal asentada en todo el territorio nacional de carácter internacional dedicada a una multitud de actividades delictivas. Vista la amplitud y el alcance de la organización, los agentes decidieron dividir la investigación en dos grandes fases. La primera se desarrolló el pasado 28 de noviembre de 2017 y culminó con la detención de más de 30 personas de origen georgiano y 14 diligencias de entrada y registro de domicilios y empresas y establecimientos asociados a la organización.
Estructura piramidal y jerarquizada
La segunda fase culminó el pasado 26 de junio y fue dirigida contra las organizaciones criminales latentes, y menos conocidas policialmente, que eran lideradas por «vor v zakone» de origen armenio que convivían con las estructuras tradicionales georgianas. Los vor v zakone son las máximas autoridades criminales en los países que formaban la extinta Unión Soviética y ejercen un liderazgo absoluto sobre el resto de miembros de la organización, dirigiendo la actividad, gestionando los beneficios y resolviendo con firmeza los conflictos internos de la organización.
Los agentes detectaron que la organización mantenía una estructura piramidal y perfectamente jerarquizada. Tras los vor v zakone se encontraban las autoridades criminales encargadas del control de las células delictivas y, en el escalón más bajo de la estructura piramidal, los autores materiales de los hechos delictivos. Finalmente, los tesoreros se encargaban del manejo, custodia y blanqueo del dinero que se encontraba en la obschak o caja común, a la que todos los miembros contribuyen con un porcentaje de los beneficios y con una cuota periódica por el simple hecho de formar parte del grupo criminal.
La organización mantenía estrechos vínculos internacionales con otros entramados criminales asentados en otros países, especialmente con otros Ladrones de Ley de Estados Unidos, Francia, Italia, Bélgica y Lituania. La actividad delincuencial era muy variada al estar implicada en innumerables delitos como pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, blanqueo de capitales, robo con fuerzas en domicilios, tráfico ilícito de vehículos, contrabando de tabaco, tenencia ilícita de armas, falsedad documental, estafa, extorsión o corrupción en apuestas deportivas.
Además de los amaños en apuestas deportivas la organización contaba con varias células dedicadas a la comisión de robos con fuerza en domicilios, especialmente en Valencia y Alicante, donde se han recuperado numerosas joyas procedentes de asaltos a viviendas de la provincia alicantina. La organización disponía de una instalación clandestina en una céntrica vivienda valenciana destinada a fundir piezas de joyería sustraídas y fabricar lingotes de oro y plata.
Asimismo, la mafia armenia habían creado una red de distribución nacional e internacional de tabaco, adquiriendo tabaco de contrabando de primeras marcas que era elaborado en Ucrania y Polonia y, posteriormente, transportado en camiones y distribuido en Francia, Italia y España. Otra de las actividades a las que también se dedicaban era el tráfico ilícito de vehículos. Adquirían turismos de alta gama en Bélgica y Alemania, turismos que tras manipular su cuentakilómetros y modificar su documentación eran vendidos en España.
La operación ha contado con la colaboración de Interpol, trasladándose a España el jefe de Millenium, un proyecto analítico contra la lucha de las estructuras criminales euroasiáticas, junto a una oficina móvil de análisis lofoscópico y una oficina móvil de reconocimiento facial. Por su parte, Europol desplazó dos oficinas móviles de extracción de datos de dispositivos electrónicos y cuatro analistas. Asimismo, viajó hasta España el jefe de la división de Cooperación Iinternacional de la Policía Criminal de Georgia.
Ladrón de ley
A raíz de las múltiples operaciones policiales realizadas a nivel europeo contra las organizaciones georgianas, en especial en España, fueron aflorando otras organizaciones criminales lideradas por «ladrones en ley» de origen armenio. Estas redes delictivas convivían con la estructuras delincuenciales tradicionales georgianas y en algunos casos estaban estrechamente relacionadas con sus máximos responsables. Sin embargo, estas organizaciones ocuparon el vacío de poder y el territorio que controlaban las antiguas organizaciones georgianas.
Los investigadores constataron que en Barcelona estaba asentado un «ladrón de ley» de origen armenio que ejercía un fuerte control sobre la organización, y que actuaba bajo la supervisión del «vor v zakone» pero en Francia. En un segundo escalón se encontraría otro ciudadano armenio que controlaba la zona de Levante, responsable de dirigir las células dedicadas al contrabando de tabaco, la receptación de joyas, los robos en establecimientos y otras actividades delictivas.
Desde Madrid, otro «vor v zakone» de máxima confianza se encargaba de recoger el dinero para la obschak o caja común y de resolver los conflictos que surgieran entre los miembros de la organización, actuando como mediador o aplicando la imposición de castigos mediante el uso de la violencia.
A finales del 2017, y ante la imposibilidad por parte del líder instalado en Valencia de controlar todas las zonas de influencia y modalidades delictivas en la zona, un nuevo «ladrón de ley» se instaló en la Comunidad Valenciana. El recién llegado disponía un estatus superior en la pirámide delictual y no respondía ante la estructura criminal establecida.
Si bien en un primer momento ambas organizaciones convivieron sin conflicto, el nuevo criminal llegado a la zona fue fortaleciendo su poder poco a poco frente a los «vor v zakone» georgianos, extendiendo su área de influencia y su estructura. Con la finalidad de retomar el control, el líder georgiano envió a la zona de Valencia a un hombre de su confianza para que asumiera la dirección de las células del primer escalón delictual originando un grave conflicto entre ambas facciones. La lucha llego a tal extremo que ambos grupos hicieron acopio de armas y se ordenó el asesinato de varios de sus miembros, crímenes que fueron evitados gracias a la detención de varios de sus miembros por parte de la policía en el mes de noviembre.
Fuente: diarioinformacion.com