El pasado 31 de agosto entraba en vigor la ley Garzón, la cual regulaba la publicidad de las casas de apuestas. Las disposiciones más importantes de esta norma son que los anuncios de juegos de azar quedan relegados a la madrugada y los equipos de fútbol no podrán llevar publicidad de casas de apuestas en sus camisetas.

Cerca de un mes después de su entrada en vigor, el Consejo Empresarial del Sector del Juego privado en España (Cejuego) hace un primer balance. Alejandro Landulce, director general de Cejeugo, explica a El Confidencial Digital que «aún es pronto para sacar conclusiones» pero adelanta que ocurrirá como en otros países que tomaron medidas similares a España.

«Desde el 1 de septiembre hay publicidad cero en televisión y cero patrocinios deportivos», reseña Landulce y añade que «el nuevo cliente que empieza no va a tener una memoria de jugar y hay peligro de que entre y no sepa qué páginas son fraudulentas». El experto también recuerda que estas salas son más atractivas ya que «entre meterte en una página que pide unos requisitos y que los premios son menores, por los impuestos, se elegirá la que no». Crecerá el juego ilegal que actualmente es residual en España.

Según datos de la patronal, en 2011 había 800 millones de euros en webs no registradas. A día de hoy sólo queda un 5%. Ahora creen que crecerá paulatinamente lo que según la patronal repercutirá en que «el jugador tendrá menos seguridad y se perderá ingresos vía impuestos».

Reducción de márgenes

La reducción de nuevos clientes hará que el sector sufra y vea la viabilidad de algunas firmas comprometida ya que según Cejuego solo las grandes casas de apuesta son muy rentables, el resto trabaja con márgenes modestos.

«Habrá empresas que caigan y se reducirá el juego» se lamenta Landulce, que señala que «existe gran desconocimiento porque las empresas que necesitan un volumen muy grandes de jugadores para funcionar».

La apuesta media en España se sitúa en torno a los 5 euros según datos de la patronal y el 90% de la recaudación se reparte en premios. Además, se depende de cálculos de un personal muy cualificado que calcula los márgenes, y al que hay que pagar, para poder funcionar.

El sector reconoce que la regulación, a pesar de ser muy restrictiva, era un tema que había que abordar, pero denuncian que deja de lado el juego estatal. Por ejemplo, puede haber anuncios de la Lotería de Navidad en la televisión.

Los expertos de Cejuego recalcan que en el juego privado online hay 1,5 millones de usuarios al año y 880.000 al mes. Cifra que queda pequeña comparada con los 25 millones que juegan a las loterías estatales.

Fuente: elconfidencialdigital.com