La negativa del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha cambiado el planteamiento de la Xunta sobre la hostelería. El Gobierno gallego ha puesto sobre la mesa un nuevo sistema de aforos que no tendrá en cuenta ya la incidencia de la COVID en cada municipio, sino las medidas que haya implantado cada local.
Bares y restaurantes podrán recibir a más o menos clientes en función de si tienen medidores de CO2, del uso de geles hidroalcohólicos o de las distancias que establezcan entre mesas. La previsión es que esta apertura por tramos empiece a aplicarse en los próximos días, a principios de septiembre.
El vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, manifestó tras una reunión con representantes de algunas asociaciones del sector que esta es la alternativa del Gobierno gallego después de que la Justicia haya tumbado la obligación de presentar un certificado COVID para entrar en los establecimientos. El sistema, agregó, no depende de las cifras de la pandemia, sino de las medidas que cumpla cada hostelero para poder tener más porcentaje de aforo. Los niveles serán tres, pero no se ha concretado por el momento en qué consiste cada uno ni qué medidas hay que implantar.
En la reunión estuvo también presente el responsable de Sanidade, Julio García Comesaña, que aseguró que está en debate la posibilidad de volver a permitir el uso de las barras. La demanda la planteó el presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería de Galicia, Cheché Real.
La nueva propuesta de la Xunta llega tras una semana de cambios en los aforos permitidos en los locales de hostelería. Al conocer la negativa del TSXG al certificado COVID, el Gobierno gallego optó primero por reducir los aforos. Al día siguiente de la entrada en vigor, anunció un nuevo cambio, esta vez para ampliarlos, y dos días más tarde avanzó la propuesta de una capacidad de apertura por tramos y desligada de la evolución de la pandemia en cada municipio.
Fuente: eldiario.es