Ingeniero de profesión, Alejandro Landaluce es el director general del Consejo Empresarial del Juego (Cejuego) desde hace seis años. Landaluce defiende un sector que aporta a España 5.350 millones de euros de facturación al año, 1.216 millones en impuestos y genera cerca de 80.000 puestos de trabajo directos y más de 200.000 de forma indirecta.
Desde la asociación denuncian “la persecución desmesurada” que sufren las empresas dedicadas al juego privado y la “doble vara de medir” frente al juego público. En este sentido, ruega “coherencia y rigor” a la hora de hablar de regulación y pide que el juego salga de las agendas políticas, que “buscan votos sin pensar en el daño que se les está haciendo al sector y a la imagen de España por la falta de seguridad jurídica de algunas propuestas”.
PREGUNTA. Pongámonos en contexto, ¿cuál es la situación legal del juego en España?
Respuesta. El juego presencial lleva regulándose desde 1977 por las distintas CCAA las cuales tienen una regulación muy prolija y estricta en todas las áreas, incluida la publicidad. El juego online por su parte, no estaba regulado por ley hasta la etapa de Zapatero, quien lo hace en 2011 a favor de las empresas que estaban trabajando ilegalmente. En ese momento, el Gobierno no regula la publicidad del juego online ni estatal (loterías y juegos de la ONCE), pero se compromete a publicar un decreto ley más tarde. Hoy, ocho años después, y tras Rajoy y Sánchez, la promesa sigue en el cajón. Desde Cejuego estamos a favor de regular la publicidad pero con coherencia y rigor, y respetando siempre la seguridad jurídica.
P.¿Por qué cree que la regulación de la publicidad del juego no termina de salir adelante?
Desde fuera creo que son varios intereses: medios de comunicación, SELAE, ONCE… De lo que estoy seguro es de que el sector del juego privado no es la razón. Es importante que se regule, que se establezcan franjas horarias de protección al menor y se cumplan, que se limiten el número de impactos y que se regulen los mensajes. No se puede permitir mensajes del tipo «juega, juega, juega», como tampoco los de la ONCE en los que te dicen que te cambiará la vida.
P. En materia de regulación del juego físico, ¿qué propone Cejuego?
Defendemos medidas de planificación en las CCAA y entendemos que estas son necesarias pues transmiten seguridad y confianza a la sociedad. Dicho esto, exigimos que todas la medidas planificadoras nuevas respeten la seguridad jurídica de las empresas. Si has admitido una licencia por cinco años, ahora no puedes reducirla a tres; como tampoco tener que cerrar un local, en el que has realizado una gran inversión, porque con la nueva norma no cumples con alguno de los requisitos exigidos. Las normas de planificación no deben tener carácter retroactivo o por lo menos otorgar un plazo transitorio razonable para ajustarse a la nueva reglamentación.
P. Se ha denunciado la aparición de locales cerca de centros escolares.
El juego en España está prohibido para menores de edad, por lo tanto, estos no son nuestros clientes. En algunos casos coincide que los colegios están al lado de un local de juego, pero ningún empresario quiere ser sancionado por meter menores de edad en sus locales. Es algo que está prohibido y que, de ocurrir, conlleva fuertes sanciones. Los locales de juego de todas las CCAA de España tienen controles de acceso para impedir de una u otra forma el juego a menores y a personas que se lo han prohibido a sí mismas. De todas las inspecciones realizadas el pasado año (más de 20.000) en Madrid, solo se dieron 22 casos de menores, la mayoría por haber presentado un DNI falso. El reto es llegar a cero y estamos en ello.
También se dice que elegimos las zonas más desfavorecidas para poner un local de juego, lo cual no tiene sentido. Como en cualquier otro negocio, se realizan estudios de mercado para elegir la mejores ubicaciones, y son factores como el tránsito, visibilidad, accesibilidad o el coste del local los que determinan la elección final. Desde luego, también buscas zonas donde existan potenciales clientes, es decir, personas con suficiente renta. En el caso de Madrid, se critica por ejemplo, el gran número de salas que hay en la calle Bravo Murillo, pero si te fijas, es una zona muy comercial llena de todo tipo de locales donde el precio del alquiler es asequible. Allí hay colegios, pero es que también hay bares, estancos, bancos y restaurantes, y no por ello la gente piensa que lo hacen para vender tabaco o alcohol a los menores.
P.¿Por qué no poner medidas que garanticen que los menores no puedan entrar en las salas?
Totalmente de acuerdo. Apoyamos medidas que mejoren aún más los sistemas actuales, aunque estos sean ya bastante eficaces. El problema es que las medidas de seguridad de las salas de juego o apuestas (60-200 metros cuadrados), no pueden asemejarse a las de los grandes casinos de 4.000 metros cuadrados, al igual que las de estos no podrían ser iguales que las del aeropuerto de Barajas o El Prat.
P. Hablaba antes de propuestas políticas. Podemos es quien ha realizado un mayor número de estas: límite de tiempo y gasto, apertura desde las 22 horas, más impuestos, prohibición de locales cerca de colegios y de personajes famosos en la publicidad… ¿Qué opina?
El límite de tiempo y gasto es una barbaridad y una medida antidemocrática, pero ahora todos quieren ser el Gran Hermano. Se propone por desconocimiento. Hay clientes que vienen a echar la tarde, se juegan un par de euros en una apuesta deportiva y ven el partido de futbol de su equipo favorito. Sobre la apertura desde las 22:00 hrs, ¿alguien se imagina que los bares no pudieran abrirse hasta esa hora porque venden alcohol? Insisto, el juego está prohibido para menores de edad. En cuanto a impuestos, pagamos 1.216 millones de tasa directa sobre el juego, cuando la obra social de la ONCE el año pasado se situó entorno a los 750 millones. Por otra parte, prohibir locales cerca de los colegios me parece más una medida efectista que efectiva, pero no estamos en contra siempre que las distancias sean coherentes. Y si los personajes famosos son un problema en la publicidad, estamos a favor de que se regule su presencia. Lo que ocurre es que las prohibiciones llegan desde el desconocimiento y es necesario que el juego salga de las agendas políticas. Pedimos coherencia.
P. ¿En qué sentido?
El juego público utiliza a niños para sacar las bolas del sorteo de Navidad, ¿alguien se queja? Hay una doble vara para medir el juego público y el privado. Las empresas privadas se ven abocadas a una persecución desmesurada. Las quinielas siempre han existido, pero todo lo que se queda en manos del Estado no ha evolucionado. Poder apostar quién mete el primer gol o en qué minuto se hace no es una obra de ingeniería.
P. Algunas asociaciones denuncian que los casos de ludopatia han aumentado y que cada vez son más menores los que se ven afectados.
La realidad es que la ludopatía en España, con un índice del 0,3%, es de las más bajas de Europa. La apuesta media son seis euros, el 96,5% de las personas que juegan lo hace sin ningún problema. No se puede considerar que exista un problema creciente de ludopatía en nuestro país y los datos oficiales que tenemos así lo demuestran.
P. Pero los datos a los que se refiere son de 2016, ¿no podría haber aumentado esa cifra?
Es cierto que el último estudio oficial es de 2016. Debemos exigir que se realicen este tipo de estudios todos los años, pero tenemos constancia de que los datos en menores no han cambiado en 2018.
P. ¿Qué le pediría al nuevo Gobierno?
Que saque al juego de la agenda política y que equiparen el juego público al privado en sus decisiones, porque es exactamente lo mismo. Nosotros nos hemos sentado con todos los partidos y en cada reunión les explicamos la situación, todos coinciden en que es complicado entenderla. Pero aunque sea más fácil prohibir que legislar deben esforzarse por conocer al sector y por legislar desde el conocimiento.
Fuente: elConfidencial