El 14 de mayo de 2018, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos abrió el camino para que las apuestas deportivas se extendieran por todo el país. Casi cinco años después, un total de 34 estados ya permiten apostar legalmente, impulsando así la facturación del sector del juego durante este pasado 2022.

El sector de las apuestas comerciales en Estados Unidos facturó 60.400 millones de dólares en 2022 y registró un récord por segundo año consecutivo, según informó la principal asociación de empresas del país, la American Gaming Association (AGA).

Las cifras abarcan los centros de apuestas «tradicionales» como los casinos, que acaparan la mayor parte de los ingresos, un 80,5%; y las apuestas online, que cada vez crecen más rápido debido a su progresiva legalización y ya suponen un 19,5%, indica el informe anual de la AGA.

En 2021, la facturación fue de unos 53.000 millones, una cifra histórica que se explica por la reapertura del ocio tras las restricciones de la pandemia, pero en 2022 se ha superado en un 14% gracias al crecimiento del mercado legal de apuestas, sobre todo las deportivas.

El sector está operativo en 34 estados de EEUU y en el Distrito de Columbia, pero no incluye los casinos gestionados por tribus indígenas, que reportarán sus ingresos más adelante y harán subir la cifra total conjunta a unos 100.000 millones, un hito, estima la asociación.

Su presidente, Bill Miller, consideró que esto se debe a que los estadounidenses están eligiendo los casinos como opción de «entretenimiento» y defendió que «beneficia a las comunidades y quita cuota de mercado» a la actividad «ilegal y depredadora».

El año pasado, 84 millones de adultos -el 34% de la población de EEUU- visitó un casino, un 10% menos que en 2019, antes de la pandemia, por lo que el hecho de que lo recaudado siga aumentando indica el creciente peso de lo no «tradicional» y el mayor gasto de los jugadores.

El principal estado por ingresos de las apuestas fue Nevada, donde se ubica Las Vegas (14.842 millones), seguido por Pensilvania (5.343 millones); Nueva Jersey, donde se ubica Atlantic City (5.211 millones) y Nueva York (4.228 millones).

En 2023… ¿mayor récord?

Las apuestas deportivas relacionadas con la Super Bowl han batido un nuevo récord de actividad para el sector en Estados Unidos. Según el proveedor de servicios de geolocalización GeoComply, el cual verifica las localizaciones donde los jugadores están apostando, 100 millones de transacciones fueron registradas durante el fin de semana de la Super Bowl, un aumento del 25% comparado con el 2022.

Antes del partido, FanDuel, uno de los principales operadores de apuestas en EEUU, esperaba gestionar más de 17 millones de apuestas para la Super Bowl. La casa de apuestas deportivas informó a CBNC que en su momento más álgido aceptaron 50.000 apuestas por minuto y, en promedio, registraron 2 millones de usuarios activos en su plataforma durante el juego.

La próxima Super Bowl se celebrará en Las Vegas y muchos expertos especulan que las apuestas durante ese partido alcancen nuevos picos positivos. «La Junta de Control del Juego de Nevada espera con ansias que ala Super Bowl LVIII se lleve a cabo en el Allegiant Stadium en Las Vegas el año entrante«, indicó el director de la Junta, Kirk Hendrick, en un comunicado de prensa.

Fuente: eleconomista.es