Kirolbet
Una tienda de apuestas de Kirolbet en Cáceres

El mercado de las apuestas deportivas ha cambiado radicalmente en apenas una década. De una situación de monopolio por parte de la Quiniela se ha pasado a otra en la que el grueso del volumen del juego se mueve a través de internet y de las casas de apuestas, un negocio este último que en Extremadura está regulado desde una fecha relativamente reciente, agosto del 2014, pero que ha conseguido afianzarse de forma rápida.

Como muestra, un dato: en el 2016 las apuestas deportivas presenciales realizadas en la región tuvieron un valor de 29,3 millones de euros, de acuerdo al ‘Anuario del juego en España 2016-2017’, elaborado por la Fundación Codere y el Instituto de Política y Gobernanza de la Universidad Carlos III de Madrid. A este montante habría que sumarle, además, las cantidades apostadas ‘on line’ desde la región a través de webs que operan a nivel nacional —más de 5.110 millones durante el 2016 en todo el país— y cuyo total no aparece desglosado por autonomías.

La cifra extremeña dobla con creces la del año anterior, que fue de 12,5 millones de euros, un incremento muy superior al del conjunto del país (un 27,1%, de 1.121,7 a 1.425,5 millones de euros en el juego presencial). No obstante, a la hora de comparar este incremento con el de otras comunidades autónomas hay que tener en cuenta, por un lado, que, al ser reciente la normativa reguladora, no todas las firmas pudieron operar los doce meses del 2015 en territorio extremeño.

Por otro, el lógico proceso de apertura de establecimientos que se desarrolla en cualquier zona. «En comunidades autónomas donde las apuestas deportivas llevan años ya funcionando, las diferencias entre un ejercicio y otro se han estabilizado en términos porcentuales, dado que el mercado llega un momento en el que no asume muchos más puntos de venta», precisan fuentes de la Fundación Codere. En el caso de esta firma, comenzó a operar en la región en febrero del 2015 y en junio de ese año ya contaba con actividad en seis establecimientos. Actualmente, posee 36 autorizaciones de la Junta de Extremadura para la celebración de apuestas.

LOS PERMISOS / Según la información facilitada por la Consejería de Hacienda de la Junta de Extremadura, hasta el 31 de diciembre del 2017 se había autorizado la celebración de apuestas en 92 establecimientos en territorio extremeño. La empresa organizadora con un mayor número de permisos es Sportium, con 43, Codere tiene los mencionados 36 y Evoex los 13 restantes. Hay establecimientos en 32 localidades extremeñas. En la que más puntos existen es en Badajoz, con 13, seguida de Cáceres, con 8, Mérida con 7, Plasencia con 5, y Zafra y Don Benito, ambas poblaciones con 4.

Los más de 29 millones que recoge el anuario del juego como volumen de apuestas en la región es la cifra total que se ha jugado. Sin embargo, los autores de la publicación inciden en que «una de las características de las apuestas deportivas es su elevada rotación. «Las cantidades jugadas se apuestan una y otra vez hasta que se gana una cantidad sustancial o se agota el remanente», se puntualiza. Por tanto, se considera «la espectacular cantidad jugada» (1.626 millones de euros en toda España) «un espejismo», «ya que el juego real es el GGR (el margen que queda una vez que a la cifra inicial se le descuentan los premios). Por ejemplo, si alguien apuesta diez euros y con ellos gana veinte y esos veinte se vuelven a jugar y se pierden, el volumen de apuestas que se contabiliza es de treinta euros, aunque el gasto del usuario hayan sido los diez iniciales. En este sentido, en Extremadura, los premios repartidos en el 2016 sumaron cerca de 23,2 millones, por lo que el gasto realizado por los extremeños se situaría en algo más de 6,1 millones.

El perfil de quienes apuestan es, recoge el anuario, «básicamente hombres, menores de 35 años, pero sobre todo, entre 18 y 25». No obstante, se matiza, «estas apuestas se están extendiendo también hacia los hombres mayores de 45 años y sugieren también que apuesta quien tiene dinero para hacerlo, el perfil sociológico de los clientes tiene un claro corte de clase media y alta».

Fuente: lacronicabadajoz.com