Las loot boxes son artículos virtuales que los jugadores pueden obtener a través de sus esfuerzos en el propio juego o utilizando dinero real. Estas recompensas suelen variar, desde recompensas cosméticas que no afectan a la experiencias hasta objetos que proporcionan ventajas a los afortunados.
Las recompensas más jugosas tienen una probabilidad menor de aparecer, en un sistema muy parecido a los juegos de azar. El pasado 1 de junio el ministro de Consumo, Alberto Garzón, anunció que España tendría una nueva ley para regular las cajas de botín durante un seminario que podía seguirse de manera online. Buscando convertir a España en el primer país de Europa en regular estas prácticas. La Asociación Granadina De Jugadores En Rehabilitación, a través de una psicóloga y un jugador rehabilitado, atiende a GranadaDigital para comentar los aspectos más importantes de este mundo.
Según el Plan Nacional sobre Drogas, tres de cada diez estudiantes gastaron dinero en 2021 dentro de los videojuegos para mejorar la posición, personaje, accesorios, imagen u otros elementos. Al margen de la compra inicial, son los chicos más jóvenes los que más utilizan estos mecanismos de compra. Un mes después, el 1 de julio el proyecto entró en fase de audiencia e información pública, lo que permite a los ciudadanos dar su opinión sobre el mismo.
Prohibido el acceso a las loot boxes a menores de edad. Las empresas que utilicen estos sistemas deberán habilitar un sistema de verificación ya sea a través de DNI o tarjeta de crédito.
- Sistema de control que avise a los jugadores de los gastos que están realizando. Ya sea al llegar a una cantidad de dinero invertida o de tiempo utilizado en abrir cajas de botín.
- La ley también pretende cambiar la manera en la que se publicitan las empresas. No se podrán publicitar ni en plataformas físicas ni en la web, incluyendo redes sociales y plataformas de vídeo como YouTube pero sí en radio y televisión, eso sí únicamente de una a cinco de la mañana.
- La información sobre las probabilidades debe ser totalmente clara. Por ejemplo, aclarar si la probabilidad de obtener la mejor recompensa es de un uno o un diez por ciento. Todo esto con la intención de dar mejor a entender a los jugadores el producto que están consumiendo.
La multa por incumplir esta ley iría desde los 25.000 hasta los 3 millones de euros. Una cantidad de dinero que sin duda puede frenar a las empresas más pequeñas pero que puede quedarse corta frente a los gigantes del medio. Solamente en 2021 la empresa Electronic Arts obtuvo a través del sistema ultimate team de sus juegos 1.620 millones de dólares. Esta cifra supone un 29% de los ingresos de la empresa.
Los adolescentes, los que más invierten
Agrajer es una asociación sin ánimo de lucro que ayuda a los granadinos afectados por la adicción al juego. Hoy en día se utiliza el término de ‘adicciones tecnológicas’ para referirse a aquellas que tienen que ver con la interacción hombre-máquina como los videojuegos. Su psicóloga, Cristela García Rodríguez explica cómo entender mejor las adicciones no tóxicas y como controlarlas.
Existen cifras que apuntan que son los adolescentes los que más dinero invierten en cajas de botín. Además, el 45% de los participantes refirieron culpabilidad tras la compra, el 50% malestar y el 17% pérdida de control. La asociación detalla que la adicción al juego en cualquiera de sus modalidades (puede que más en la online) está aumentando entre la población joven y la edad de inicio ha descendido.
El hecho de gastar dinero real no es el único factor negativo de este sistema de monetización, pues el propio hecho de buscar una recompensa es suficiente. “El hecho de tener que jugar más para conseguir más cajas es ya en sí mismo obsesivo y supone un enganche que dificulta parar el juego”, señala Cristela García.
Datos reales
Un estudio, en el que se encuestó a 611 jóvenes, llevado a cabo por Gambling Health Alliance aportó los siguientes datos:
- La edad de inicio de compra en un 34% de los casos fue a los 13 años y el 23% de los jóvenes de entre 11 y 16 afirma haber comprado cajas de botín.
- Los datos preocupantes vienen al saber que un 31% de los entrevistados no saben cuánto dinero han gastado, esta es una información que no pasa por alto a las empresas, que convierten el dinero real en monedas ficticios para que los compradores pierdan la noción del gasto que están realizando.
- Un 15% de los jugadores admite haber cogido dinero sin el permiso de sus padres para este fin. Finalmente, los datos valoran que los gastos al año medios son de 260 libras, es decir, más de 300 euros.
Señales de aviso
El proceso de adicción no es algo que ocurre de la noche a la mañana, se trata de una evolución progresiva que, conociendo sus patrones, podemos ayudar a evitar. No solo en nosotros mismos sino también en los que nos rodean. Cristela García expresa algunas pautas a vigilar:
- Aislamiento: La persona comienza a aislarse dado que el juego cada vez tiene más protagonismo en su día a día, aumentan las horas de juego y las cantidades en las apuestas llevando a la persona a desatender otras áreas de su vida (amigos, familia, otros hobbies, responsabilidades académicas o laborales, etc.).
- Desatención al cuidado y atención a las necesidades básicas, sueño, alimentación, higiene, etc.
- Mentiras: Se inicia una vorágine de mentiras en las que se oculta el grado de implicación que se tiene con el juego, se presentan pérdidas económicas llegando a dificultar e incidir en su calidad de vida generando en esta vorágine deudas también con otras personas a las que se acude para solicitar dinero para seguir jugando o para reponer lo que ya se ha gastado con el juego.
- Cambios de humor asociados a las ganancias y pérdidas. El adicto puede llegar a tener dificultades para dormir a consecuencia de los problemas económicos y de ocultación de lo que le ocurre que a su vez provoca conflictos internos y externos con familiares y amigos.
Cambios a realizar
«Está claro que el cambio debe empezar desde arriba con cambios en la legislación. Todo lo que sea facilitar la accesibilidad y disponibilidad sin censura solo sirve para facilitar que se mantengan los casos de adicción. También a nivel educativo , desde los colegios e Institutos donde informar de esta problemática social, AMPAS, centros sanitarios donde puedan conocer las características de dicho Trastorno psicológico para poder derivar a una atención especializada, centros deportivos ya que cada vez son más los agentes de esta área que se encuentran con jóvenes que dentro del mundo del deporte abusan de las apuestas deportivas, ciclos de formación de informativa o derivados quienes tienen mayor contacto con este tipo de actividades, etc. En definitiva, a toda la sociedad» comenta la psicóloga.
El caso de José María
Los casos de adicción no ocurren de la noche a la mañana, se trata de un proceso lento que muchas veces no se detecta hasta que es demasiado tarde. Jose María, actual monitor de Agrajer, entró en la asociación por sus problemas con las apuestas deportivas. «Si no llega a ser por Agrajer, no sé si estaría aquí. Con 30 años empecé a tener deudas y me di cuenta de que no podía pagar, me gastaba el sueldo y no tenía dinero para nada. Fui a Agrajer por las apuestas deportivas y a lo largo de la rehabilitación me di cuenta de que era adicto a los videojuegos y me provocaron más problemas que las apuestas», manifiesta José María.
Como en otros casos, José María empezó a jugar a través de la publicidad, utilizando primero programas con dinero ficticio para más tarde dar el salto al dinero real con el bono extra que estas páginas ofrecen para seducir y empezar a apostar.
José María explica que cada caso de adicción tiene su propio contexto y es tratado desde la asociación de una manera concreta para poder ofrecer el mejor tratamiento. Pero si tuviera que dar algún consejo a alguien que esté pasando por una situación similar a la suya sería el siguiente: «Cuando me di cuenta de mi adicción no pedí ayuda porque me hacía sentir inferior, si tuviera que dar algún consejo sería el no tener miedo a pedir ayuda. Todo el mundo comete errores». El testimonio del monitor de Agrajer puede ser un buen primer paso para ayudar a personas que lo necesitan, pero que todavía no son conscientes de ello.