Después de haber sido incapaces de detectar ninguno de los escándalos contables de los últimos años, las firmas de auditoría se curan en salud incluyendo en sus informes lo que se denomina «párrafos de énfasis» en los que cuestionan la continuidad de la empresa.
Es algo lógico en compañías que están ya en concurso de acreedores (Pescanova, Sniace, Service Point, Zinkia o Reyal Urbis), pero también lo manifiestan respecto a otras que luchan por esquivar la suspensión de pagos -como Codere, Natra, San José o GAM– y lo más sorprendente: sobre Ceiss, la antigua Caja España-Duero, adquirida por Unicaja. En cambio, el auditor no dijo nada respecto a Abengoa.
Así lo asegura la CNMV en su informe de supervisión de las cuentas anuales de las empresas, publicado esta semana. Según este informe, 70 compañías contenían algún tipo de párrafo de énfasis en sus auditorías, frente a 77 en 2013. De ellos, 36 ponían de manifiesto una o más incertidumbre (44 en 2013); y esas incertidumbres pueden referirse a la continuidad de los negocios, cosa que sucedía en 24 empresas frente a 31 el año anterior. Nueve tenían párrafos con incertidumbres sobre la recuperabilidad de activos, y otras 14 los presentan párrafos sobre otras dudas, como contingencias fiscales, litigios en curso o procesos de refinanciación.
La continuidad de los negocios, obviamente, es la más importante de estas incertidumbres. De hecho, la CNMV ha solicitado información adicional a la mayoría de las sociedades donde el auditor manifiesta esta duda, en especial referida al riesgo de liquidez, que el supervisor que preside Elvira Rodríguez considera fundamental cuando está en riesgo la superviviencia de la empresa.
Las refinanciaciones sólo ganan tiempo
Lo más llamativo es que, entre las empresas con estas incertidumbres, se encuentren algunas que han logrado esquivar el concurso de acreedores con acuerdos con la banca para refinanciar su deuda. Dicho de otra forma, sus auditores creen que la refinanciación sólo les ha permitido ganar tiempo, pero lo tienen muy difícil para sobrevivir en todo caso. Algo que, por otro lado, puede deducirse de las dificultades que han tenido algunas de estas empresas para llegar a un acuerdo con sus acreedores.
Es el caso por ejemplo de la empresa de juego Codere, que, como ha venido informando El Confidencial, logró un acuerdo de refinanciación in extremis que, pese a dar la mayoría del capital a los acreedores, permitirá a su familia fundadora, Martínez Sampedro, mantener el control. O del grupo gallego San José, tambiçen protagonista de una tormentosa negociación con la banca que acabó con la entrega a la misma de la filial inmobiliaria, vendida posteriormente a Värde Partners. Al igual que en Codere, su fundador Jacinto Rey sigue gestionando la pata constructora, y además ha nombrado a su hijo consejero delegado.
También se encuentran en esta peliaguda situación la chocolatera catalana Natra, que en mayo del año pasado consiguió arrancar a los bancos su refinanciación. O la empresa de alquiler de maquinaria asturiana GAM, que en marzo entregó el 75% de su capital a los acreedores para evitar la antigua suspensión de pagos. Otras compañías que aún no tienen claro que podrán evitar el concurso, como amper, son objeto de párrafos de énfasis. Finalmente, los auditores desconfían también de la continuidad de otros nombres que han superado ya el concurso de acreedores, como la textil Dogi o las inmobiliarias Cleop y Nyesa.
Caja España-Duero no podría vivir sin Unicaja
Pero quizá lo más llamativo de este informe es la inclusión de esta incertidumbre en las cuentas de Banco Ceiss, la antigua Caja España-Duero, que el FROB no llegó a nacionalizar completamente porque consiguió que Unicaja se quedara con ella. Su supervivencia, por tanto, parece asegurada… pero sólo porque pertenece a un grupo solvente, no por la marcha de su negocio. Deloitte afirma que «los Administradores del banco y autoridades competentes estiman que la integración y permanencia del banco en un grupo solvente, Unicaja, así como el mantenimiento del apoyo financiero actual del FROB permite la continuidad del negocio y del Banco«.
«Por ello, los Administradores del Banco han formulado las cuentas anuales adjuntas de acuerdo al principio de empresa en funcionamiento«, añade esta auditora, dando a entender que no podría seguir funcionando por sus propios medios. La caja malagueña que preside Braulio Medel arrancó al FROB numerosas concesiones para quedarse con Ceiss, entre ellas mantenerla como una filial independiente en vez de integrarla en su estructura. Desde entonces ha habido rumores recurrentes de que pretendía devolverla al fondo estatal de rescate dada su mala evolución, y una de las razones del actual intento de salida a bolsa de Unicaja sería sanear la entidad castellano-leonesa.
Fuente: elconfidencial.com