Ha pasado un mes y medio desde que las autoridades autorizaron la apertura de los casinos en el país. Sin embargo, la gran mayoría no ha podido reabrir sus puertas lo que complica los ingresos y por ende el reintegro de los trabajadores.

La industria solo ha reportado apuestas por 332 millones de dólares hasta septiembre de este año, cuando para el año pasado a esta fecha la cifra supera los mil 440 millones de dólares, de acuerdo con cifras de la Contraloría General de la República. Esto representa una caída del 77% por efecto directo de la cuarentena del coronavirus.

Miembros del sector aseguran que la aplicación del toque de queda, el bajo aforo y el retraso en la apertura de algunos hoteles donde operan los casinos, han impedido que la mayoría de los casinos puedan reabrir sus puertas al público

Yelitza Amador, secretaria ejecutiva de la Asociación Panameña de Operadores de Juegos de Azar (Apojuegos), dijo que aunque ya tienen más de un mes de reiniciar operaciones, aún no hay cifras del sector.

«En este momento solo estamos teniendo un 20% de aforo en los casinos y calculamos que el 40% de los trabajadores han sido reincorporados», manifestó.

Tomando en consideración el 2019, que ya había cerrado con una caída del 3% con relación al 2018, el Estado dejó de percibir cerca de 6 millones de dólares mensuales en regalías por las licencias de casinos, salas tragamonedas y de apuestas que estaban cerrados.

«Fuimos de las primeras industrias cerradas el pasado 16 de marzo, y el sector funciona con los ingresos diarios, pero los compromisos con los bancos y el Estado siguen igual», expresó Amador.

Para el 2012 la industria aportaba al Estado, solo en tasa de participación, más de 96 millones de dólares, sin sumar el impuesto sobre la renta (ISR). Pero en el cierre del 2019 se recaudaron sólo US$ 74 millones, es decir una caída del 23%. Dicha caída ha tenido un efecto multiplicador, como el cierre de salas y casinos, la paralización de la inversión, así como el recorte de gasto, impacto que se extiende a los socios comerciales (mantenimiento, vendedores de insumos, proveedores, entre otros).

«No perdemos la esperanza que todo mejore, pero sabemos que cada casino tiene que hacer fuertes inversiones para las adecuaciones que ha solicitado el Minsa y el Mitradel. No solo es abrir un casino e iniciar operaciones», sentenció Amador.

Fuente: panamaamerica.com.pa