Si el 8 de enero de 2014 se firmaba de manera oficial el acta de defunción de los Cines Roxy de Valladolid con su última sesión, este pasado viernes los más nostálgicos pudieron visualizar su entierro. Como si de una procesión funeraria se tratara, los operarios comenzaron a desmontar el mobiliario, butacas –casi 1.000- y diferentes muebles que se alojaban todavía en el interior, para cargarlo en camiones y transportarlos para su almacenaje.

De esta manera se confirma el inicio de unos trabajos que conllevarán catorce meses de duración, toda vez que ya se cuenta con las licencias pertinentes para ello. El pasado 28 de enero el periódico El Norte de Castilla informaba de que las obras, de un coste aproximado de 812.000 euros, estaban al caer, y así ha sido.

Y es que ahora comienza el trabajo duro, ya con el papeleo en regla. Por supuesto, no todo se tocará en el interior y el exterior. Para empezar la fachada, obra del arquitecto Ramón Pérez hace casi ochenta años, se encuentra protegida, misma condición con la que cuentas varios elementos del interior. Por mucha remodelación y reestructuración que se haga, estos serán intocables.

Casi año y medio de trabajo que, en principio, debería concluir en verano de 2016. A partir de ese momento la inauguración podría realizarse en cualquier momento con más de cien empleados, entre los que se incluyen crupieres, trabajadores de gestión, personal de staff directivo y casi veinte personas que se encargarán de diferentes menesteres. El momento de hacer juego en la calle María de Molina, en pleno centro de Valladolid, cada vez está más cerca.

Fuente: tribunavalladolid.com