Los habituales a la gran sala de juego y apuestas forman parte del público objetivo de los delincuentes, que si creen que el botín merece la pena, actúan en grupos de cuatro o cinco.
El frente marítimo de Barcelona, en el punto de mira, de nuevo, por la actuación de carteristas y ladrones que cada vez delinquen con mayor agresividad. La liebre saltó con el atraco que sufrió hace pocos días un streamer japonés en plena calle: al joven, que retransmitía un directo con su móvil en el momento del asalto, lo siguieron tres malhechores que lo rodearon del cuello, aplicándole la técnica del mataleón, para sustraerle sus pertenencias. La víctima había salido hacía pocos minutos del casino de Barcelona, situado en plena Vila Olímpica.
Según ha podido saber Metrópoli, los visitantes del casino son, de hecho, un “blanco fácil” para los ladrones, tal y como han relatado las fuentes policiales consultadas: forman parte del grupo de gente que se mueve a altas horas de la noche por la Barceloneta y Ciutat Vella. Paseantes tardíos que, por muy mínimamente que exhiban su nivel adquisitivo, se convierten en diana para los delincuentes.
El frente marítimo de Barcelona, en el punto de mira, de nuevo, por la actuación de carteristas y ladrones que cada vez delinquen con mayor agresividad. La liebre saltó con el atraco que sufrió hace pocos días un streamer japonés en plena calle: al joven, que retransmitía un directo con su móvil en el momento del asalto, lo siguieron tres malhechores que lo rodearon del cuello, aplicándole la técnica del mataleón, para sustraerle sus pertenencias. La víctima había salido hacía pocos minutos del casino de Barcelona, situado en plena Vila Olímpica.
Según ha podido saber Metrópoli, los visitantes del casino son, de hecho, un “blanco fácil” para los ladrones, tal y como han relatado las fuentes policiales consultadas: forman parte del grupo de gente que se mueve a altas horas de la noche por la Barceloneta y Ciutat Vella. Paseantes tardíos que, por muy mínimamente que exhiban su nivel adquisitivo, se convierten en diana para los delincuentes.
“TODOS SON OBJETIVOS”
Lo cierto es que la policía no puede añadir ningún dato nuevo a un suceso que, por desgracia, se ha vuelto más que común en Barcelona: atracos violentos en los que se usa la fuerza para atacar o inmovilizar a la víctima, que normalmente va sola o en pareja, especialmente si son chicas. La novedad del último caso que se ha hecho viral, como dicen las fuentes, “es que se retransmitió en directo”, pero “absolutamente todos los turistas son objetivo de los chorizos”.
El modus operandi tampoco sorprende. Merodeadores que se distribuyen el territorio para fichar a las víctimas y atacar en el momento preciso. Les importa bien poco ser grabados o actuar en zonas con testigos. Al cabo de horas, vuelven a estar en la calle para seguir «trabajando», ironizan las fuentes policiales consultadas.
HORAS DE SEGUIMIENTO Y ESPERAS
La organización cada vez es mayor y «van a todo lo que se mueve», explican las mismas fuentes. «No son solo tres como en el vídeo del japonés, al final son bastantes cada noche. Depende de lo que busquen se mueven por el frente marítimo, por el Casc Antic o el Raval». Añaden al plan los seguimientos y las esperas: «A veces pueden estar horas siguiendo a los objetivos o incluso los esperan mientras cenan«.
En el caso de las afueras del casino, las víctimas sufren los robos, principalmente, de relojes y móviles. También de dinero en efectivo: el que llevan los jugadores que van a probar suerte o el que han ganado momentos antes.
MOVIMIENTO CONSTANTE
Una gran cantidad de hombres de origen asiático frecuentan el casino y no se percatan del peligro que les espera fuera. «Si el asaltado no va solo, esperan a que lo esté. No suelen estar plantados en un sitio y si alguno de ellos domina de relojes e identifica a un objetivo que merezca la pena, con un valioso botín, trabajan entre cuatro o cinco de ellos», dicen fuentes de la policía.
También es fácil perder al blanco: «Por eso saltan de uno a otro. Igual los pierden cuando se suben a un taxi o si entran a cenar en algún sitio, pero si es un restaurante caro, por ejemplo del Eixample, te aseguro que lo esperan».
«PASEAR POR AHÍ ES MUERTE»
El descaro llega a tal punto que las grabaciones de las cámaras de seguridad de algunos hoteles registran a la perfección robos violentos cometidos en las mismas puertas del mismo alojamiento. «El Hotel Duquesa de Cardona, el Ritz, el Vela…», ejemplifican las fuentes.
Como fotografía del panorama: el pasado fin de semana, un grupo de jóvenes de origen marroquí asaltó en menos de dos horas a varias chicas. Sucedió en el Born y primero lo intentaron con dos mujeres para después pasar a otras dos, finlandesas. «Se toman algo por allí y después salen por las calles. Ahí ya eres una presa». Unos paseos que, literalmente, «son la muerte«.
Fuente: metropoliabierta.elespanol.com