La ley española impide cada vez más la publicidad de casas de apuestas, que han encontrado su hueco en el ‘deporte’ favorito de algunos jóvenes

a final de la última Copa del Rey entre Athletic Club y Barça reunió a más de 6 millones de espectadores, los mismos que acumuló la Superliga de ‘League of Legends’ (LOL), la competición española del videojuego líder dentro de los ‘e-sports’. Son cifras que dan fe de la madurez que están alcanzando. Hay quienes no lo consideran así, pero la línea que separa el deporte convencional del electrónico es cada vez más fina. Grandes clubes y, jugadores profesionales sometidos a horas diarias de entrenamiento para cumplir con las expectativas de una parroquia de seguidores cada vez más numerosos y más entregados a la causa.

Tiene todos los ingredientes para convertirse en un negocio millonario para atraer todo tipo de marcas. Las casas de apuestas también lo han hecho y ya han tomado posiciones en una industria que además les ha dado un importante balón de oxígeno. Atadas en corto por una ley que restringe cada vez más su margen de maniobra en los deportes convencionales, no han dudado en aprovechar el vacío legal existente para dejarse ver a través de patrocinios de diversos clubes tanto dentro como fuera de nuestro país.

En España, a partir del 1 de septiembre, no se podrán emitir anuncios sobre el juego ‘online’ en ningún medio de comunicación (excepto entre la 1:00 y las 5:00) y se dará por concluido todo tipo de patrocinio deportivo de casas de apuestas. Las posibilidades se reducen y esas marcas buscan nuevos espacios. G2 Sports, el ‘e-club’ propiedad del español Carlos Ocelote, anunció en junio un acuerdo con Betway, una de las casas de apuestas más grandes del mundo. Mad Lions, el club de deporte electrónico español que representa a nuestro país en eventos internacionales, también cuenta entre sus patrocinadores con Dyvip, una compañía de apuestas deportivas china.

“La norma menciona la prohibición de patrocinio de equipos deportivos, lo relaciona con deportes, estadios, camisetas, ruedas de prensa, todo lo que envuelve al deporte, sobre todo al fútbol. Lo que ocurre es que los deportes electrónicos no son considerados deportes”, explica a El Confidencial Sergio de Juan-Creix, especialista en derecho digital y profesor en la Universidad Oberta de Catalunya (UOC). La normativa sí afecta, como explica este experto, a las plataformas digitales en que se retransmiten las competiciones, en su mayoría Twitch, YouTube y Facebook, donde las marcas no pueden incluir publicidad de apuestas.

fuente: elconfidencial.com