Miles de aficionados siguen en directo en Katowice durante tres semanas dos de las principales competiciones europeas de videojuegos.

El término polaco spodek se puede traducir en español como “platillo”. Así se conoce al estadio multiusos bajo cubierta de la ciudad polaca de Katowice porque, dicen, se parece a una nave espacial. Inaugurado en 1971, es el mayor de su tipo en Polonia. Durante las últimas tres semanas, unos 11.000 aficionados han llenado a reventar el Spodek cada día para asistir a dos de las principales competiciones europeas de eSports: la ESL One y el Intel Extreme Masters (IEM), un campeonato de videojuegos que concluyó ayer y que este año ha repartido cerca de dos millones de euros en premios y en el que han participado equipos profesionales de más de 30 países. Los organizadores vendieron más de 150.000 entradas para el evento en una ciudad industrial que no supera los 300.000 habitantes.

Junto a los asistentes al estadio, millones de seguidores de los videojuegos siguieron a través de plataformas de streaming los torneos, normalmente de títulos de combate o estrategia como CS: GO, Dota 2 y Starcraft 2.

La audiencia de los eSports puede alcanzar en 2022 los 276 millones de personas —una cifra similar, por ejemplo, al seguimiento de la NFL, la principal liga del fútbol americano, el deporte más popular de EE UU— y, su industria, facturar anualmente más de 1.000 millones de euros, según un informe de Newzoo, una consultora especializada en el sector.

España cuenta con varios equipos profesionales, como el Vodafone Giants o el Movistar Riders. En mayo de 2018, cuando se publicó la última edición del Libro Blanco de la Asociación Española de Videojuegos, el país ocupaba la duodécima posición en la clasificación mundial de audiencia de eSports, con más de 2,5 millones de entusiastas, término aplicado a quienes ven retransmisiones de videojuegos más de una vez al mes y/o participan en ligas de aficionados.

El polaco Michal Blicharz (Kielce, 38 años) era yudoca. Decidió combinar sus conocimientos competitivos con la pasión por los videojuegos para dedicarse profesionalmente a organizar torneos de alto nivel. Es uno de los responsables de la llegada del IEM a Katowice. Un concejal de la ciudad polaca leyó una entrevista con Blicharz en la revista Forbes y contactó con él a través de Facebook para ver cómo podía llevar los eSports a la localidad. El IEM arribó al Spodek en 2013. “Es el mayor evento de la ciudad”, recalca Blicharz. La demanda de entradas ha llevado a que desde 2017 se haya ampliado la competición.

La industria de los eSports tiene varias vertientes. Hasta Katowice viajó, por segundo año consecutivo, Alejandro García, Black, el youtuber español que juega CS:GO más popular. Madrileño de 26 años, suma más de 330.000 suscriptores en su canal de YouTube y gana dinero gracias a las marcas que patrocinan sus contenidos. “Hay empresas de cascos, por ejemplo, que quieren que los use mientras juego”, explica. “Subo un vídeo diario a YouTube y además salgo en vivo en Twitch [la principal plataforma de streaming de eSports] al menos 100 horas al mes”, precisa. A la ciudad polaca acudió por placer, para conocer a representantes de la industria y encontrarse en persona con otros youtubers a los que solo conocía virtualmente.

Fuente: elpais.com