El tenis mundial está viviendo una época de crisis y no precisamente por falta de jugadores talentosos, o de inversores para los torneos. Los apostadores, esa nueva plaga que se expande por internet, aumentaron sus formas de influencia: en España, ahora, hay un grupo de jóvenes de entre 20 y 30 años que van a torneos femeninos 10.000, Future y Challenger para intimidar a las tenistas.
Según denuncia el diario Marca de España, los individuos les gritan a las jugadoras que «pierdan el game con su saque», y es normal que se les acerquen cuando terminan los partidos para ofrecerles dinero a cambio de que pierdan sus encuentros, o que beneficien a los apostadores. En grupo, generan miedo. Y la seguridad de los diferentes torneos no los echan.
Sin embargo, eso no es todo. Los «timberos» encontraron una grieta legal en el sistema que les permite ganar mucha plata. Los jueces de silla, obligados por la ITF, transmiten los resultados de los partidos a través de una aplicación que vincula directamente a Livescore, un servicio utilizado por muchas empresas de apuestas para las apuestas en directos. Entre que lo anuncia el umpire y se actualiza en la página de apuestas, hay 20 o 30 segundos que sirven para que ellos elección conociendo el resultado final. La inversión es 100% segura.
Es normal verlos en tribunas vacías, solamente ocupadas por familiares y cuerpo técnico de las tenistas. En grupo, son 20 o 30, todos con teléfonos en la mano y plata cargada en las cuentas de apuestas. Mientras, la Federación Internacional de Tenis no sabe cómo combatirlos: hoy por hoy, en los campeonatos más rasos del circuito, empiezan a mandar.
Fuente: diariopopular.com.ar
