Macao cerró el lunes todos sus casinos por primera vez en más de dos años, mientras las autoridades luchan por contener el peor brote de coronavirus hasta la fecha en el centro de juego más grande del mundo.
Los más de 30 casinos de la ciudad, junto con otros negocios no esenciales, cerrarán durante una semana y se ordenó a la gente que se quedara en casa. La policía monitoreará los flujos de personas afuera y se impondrán castigos estrictos a quienes desobedezcan, dijo el gobierno.
Hospitales, farmacias, supermercados y mercados de alimentos frescos son algunos de los servicios esenciales que pueden permanecer abiertos.
Macao ha registrado alrededor de 1.500 infecciones por COVID-19 desde mediados de junio. Alrededor de 19.000 personas se encuentran en cuarentena obligatoria, según cifras del gobierno.
Los casinos se cerraron por última vez en Macao en febrero de 2020 durante 15 días en un movimiento sin precedentes para combatir el virus.
El gobierno ha dudado en cerrar los casinos debido a su mandato de proteger los empleos. La industria emplea a la mayor parte de la población directa e indirectamente y representa más del 80% de los ingresos del gobierno.
Los casinos se han cerrado de manera efectiva durante las últimas semanas, sin jugadores y con un personal mínimo según los requisitos del gobierno para que las personas trabajen desde casa.
Los analistas dijeron que era probable que la suspensión se extendiera unas pocas semanas más con una recuperación en los ingresos del juego poco probable hasta el final del tercer o cuarto trimestre.
“Incluso si el brote en Macao se controla, es probable que pasen algunas semanas antes de que Macao-Zhuhai pueda eliminar los requisitos de cuarentena”, dijo Terry Ng, analista de Daiwa Capital Markets en Hong Kong.
Las autoridades agregaron dos hoteles en populares casinos para ser utilizados como instalaciones médicas de COVID mientras intentan aumentar la capacidad para manejar el aumento de infecciones.
Más del 90% de los residentes de Macao están completamente vacunados contra el COVID-19, pero esta es la primera vez que la ciudad tiene que lidiar con la variante Omicron de rápida propagación.
Fuente: wdez.com
