Salón de Juego en Madrid

Impedir la apertura de nuevas casas de apuestas para evitar su concentración en 11 de los 21 distritos de la capital (Arganzuela, Carabanchel, Centro, Ciudad Lineal, Chamberí, Latina, Puente Vallecas, Salamanca, Tetuán, Usera y Villaverde) y en las principales ciudades de la región (Alcalá, Alcobendas, Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Móstoles, Parla y Torrejón).

Prohibir que se atraiga a los clientes con bebidas gratis o rebajadas, y que se les incite a jugar con partidas sin coste. Obligar a pagar en metálico, para que el usuario sea más consciente de lo que se juega que si utiliza la tarjeta. Y establecer una distancia mínima con respecto a colegios (100 metros) y entre locales (300, para evitar su concentración). Esas son las líneas maestras con las que la Comunidad quiere frenar la multiplicación de locales de apuestas en la región, según un proyecto de decreto publicado este lunes en el portal de transparencia.

“La preocupación de la Comunidad de Madrid en esta materia es la protección de los menores y de aquellos colectivos de la población más vulnerable a la práctica de estas actividades”, se lee en el texto. “En los últimos años los salones de juego y los locales específicos de apuestas han venido experimentado un notable crecimiento en nuestra Comunidad Autónoma, así como una elevada concentración en determinadas zonas y arterias de Madrid capital”, recuerda. “Este incremento de la oferta de juego ha producido una preocupación social”, subraya, puesto que se ha pasado de los 270 salones de juego de 2014 a los 528 de 2020, y de los 76 locales específicos de 2014 a los 140 de 2020. “Asimismo, se ha producido una elevada concentración de este tipo de locales en determinados municipios y zonas de la Comunidad de Madrid”.

Para combatir esa expansión, el Gobierno regional plantea un número máximo de licencias nuevas al año (que no podrá exceder al 1% de las que había vigentes a 31 de diciembre del año anterior) y la prohibición de abrir nuevos locales en las zonas de alta concentración.

En la capital, estas estarán en aquellos distritos en los que el ratio de establecimientos abiertos por 10.000 habitantes supere el 1,17. Al día de hoy, Arganzuela, Carabanchel, Centro, Ciudad Lineal, Chamberí, Latina, Puente Vallecas, Salamanca, Tetuán, Usera y Villaverde.

Y en el resto de municipios de la región que superen los 100.000 habitantes se definirá por la presencia de más de diez establecimientos con licencia en vigor a uno de enero de 2021. A saber: Alcalá de Henares, Alcobendas, Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Móstoles, Parla y Torrejón de Ardoz.

“En estas zonas no se podrá autorizar la apertura y funcionamiento de nuevos salones de juego ni de locales específicos de apuestas”, especifica el borrador del decreto que quiere aprobar el Gobierno tras largos meses de trabajo que han incluido la suspensión temporal de la concesión de nuevas licencias de apertura.

¿Y qué pasará con los locales que ya existen en esos lugares, donde hay calles que parecen unas pequeñas Las Vegas, llenas de neones, anuncios y propuestas? Pues que se añaden dos requisitos para renovar la licencia. Que el local o la empresa promotora del mismo no hayan sido sancionados con dos infracciones muy graves de la ley del juego en los últimos cinco años.

“Es un decreto poco ambicioso, que llega tarde por segunda vez”, critica Emilio Delgado, de Más Madrid, en referencia a la reforma que impulsó el gobierno en 2019. “Un decreto que no ordena lo que ya existe y acepta con resignación la actual situación de descontrol, limitándose a plantear medidas para que no siga creciendo cuando en realidad el sector no puede crecer más porque hay saturación de locales”, añade. “En materia de apuestas, el gobierno solo se ha movido empujado por la indignación social y el trabajo de la oposición y se ha movido tarde y mal teniendo que reconocer con los hechos que sus iniciativas legislativas anteriores, como les señalábamos desde Mas Madrid, eran insuficientes y no atendían a la gravedad de la situación”.

Según el análisis que realizó EL PAÍS en 2018, uno de cada cuatro centros de bachillerato y FP de Madrid se halla junto a un salón de juego. Por ello el Ejecutivo regional aboga ahora por restar atractivo a los locales, limitando su capacidad para captar clientes. Así, prohíbe el uso de imágenes en movimiento y de sonidos, la representación visual de cualquier tipo de apuesta, o informar sobre el importe de los premios o el coeficiente de las apuestas.

“Está prohibido mostrar contenidos que inciten al juego”, se subraya en el documento, que obliga a los negocios situados en zonas de especial protección (aquellas en las que hay centros educativos con menores a menos de 100 metros) a contratar a una persona para dedicarse únicamente al control de la entrada. Sin embargo, no se obliga a que las casas de apuestas estén como poco a 500 metros de los colegios, como reclamó la Asamblea en 2019 con una votación no vinculante.

La nueva normativa avanza en las restricciones, aunque tiene unas claras limitaciones: las páginas web de apuestas son ahora mismo el gran imán de atracción de los jóvenes al juego.