Las autoridades filipinas detuvieron a más de 700 personas, algunas de las cuales podrían ser víctimas de la trata de personas, durante un operativo en Manila contra el tráfico humano vinculado a las empresas de casinos virtuales.

Durante el operativo, orquestado por la Comisión Presidencial contra el Crimen Organizado y el Departamento de Justicia, la Policía registró la noche del viernes un edificio de seis plantas ubicado en Pasay, en el sureste del área metropolitana de Manila.

Al menos dos trabajadores chinos, de 22 y 27 años, declararon a las autoridades que eran retenidos contra su voluntad y obligados a trabajar al mostrar signos de tortura, informa la agencia pública de noticias Philippines News Agency.

Según el testimonio de estos supuestos rehenes, ambos habían sido secuestrados y vendidos hace meses a una empresa de casinos virtuales que les obligaban a trabajar hasta 15 horas al día.

Además de personas de nacionalidad china, las autoridades también encontraron a vietnamitas y filipinos, en este edificio donde según los oficiales también era usado para crímenes de tráfico sexual.

«Dada la abundancia de pruebas que apuntan al tráfico sexual en dicho sitio, se realizará una audiencia de investigación in situ para la presentación de cargos penales», dijo en un comunicado emitido el sábado la Comisión Presidencial contra el Crimen Organizado.

Las autoridades subrayaron que tomarán declaración a todos los detenidos para determinar quién es víctima o sospechoso, antes de presentar cargos.

En junio, más de 2.700 personas fueron rescatadas durante una redada en varios edificios en Manila donde se pagaba a presuntas víctimas de trabajo esclavo en portales de casinos virtuales para que reclutaran jugadores para juegos en línea.

Los casinos virtuales son legales en Filipinas desde la llegada al poder en 2016 del expresidente Rodrigo Duterte -quien terminó su turno en 2022-, y están encaminados principalmente al mercado chino, ya que las apuestas son ilegales en su país.

En el último año, un aumento de secuestros y delitos vinculados a las actividades de estos casinos virtuales han encendido las alarmas del actual gobierno y de la opinión pública, abriendo el debate sobre la idoneidad de estos negocios.

Parte de estas actividades ilícitas son el trabajo forzado o el régimen de seudoesclavitud al que algunos trabajadores son sometidos por las mafias que controlan estos negocios, en su mayoría ciudadanos procedentes de China.

Diversas organizaciones han alertado en los últimos meses sobre la venta de trabajadores del Sudeste Asiático en régimen de esclavitud a centros operados por ciudadanos chinos, sobre todo en Camboya, pero también en otros países como Birmania o Filipinas. EFE