Se espera que las empresas locales también se beneficien. Los casinos atraerían grandes multitudes y las áreas circundantes podrían ver un aumento en la afluencia de clientes a restaurantes, tiendas y lugares de entretenimiento. La introducción de casinos podría actuar como un imán para un crecimiento económico más amplio, brindando a los empresarios locales y a las pequeñas empresas una oportunidad de prosperar.
Nueva York puede ser un gran lugar para elegir, pero tiene vecinos que compiten por la atención con industrias de casinos bien desarrolladas. Durante años, Atlantic City en Nueva Jersey ha servido como el centro de juego para los neoyorquinos. Los casinos de Connecticut y Pensilvania también atraen a muchos del Empire State . La dinámica podría cambiar con la introducción de casinos a gran escala en el estado de Nueva York, los clientes se sentirían atraídos de nuevo al estado, lo que reduciría los ingresos por juegos de azar fuera del estado.
Sin embargo, el mercado competitivo está cambiando. Nueva York alberga una serie de instalaciones de juego. La implementación de casinos a gran escala sin duda cambiaría la presencia en el mercado. Así es como se diferencian estos nuevos casinos de los lugares de juego existentes. Más importante aún, se atraen nuevos jugadores al juego.
La concesión de licencias y el desarrollo de posibles casinos podrían verse cuestionados por la oposición de algunas comunidades locales. Los residentes pueden quejarse de otros efectos sociales del juego, como mayores índices de delincuencia o congestión del tráfico. Los promotores tendrán que colaborar con estas comunidades, de modo que los beneficios resultantes de los nuevos casinos superen con creces los posibles inconvenientes.
Los obstáculos regulatorios son otro problema. El proceso de concesión de licencias en Nueva York es muy estricto. Los operadores deben cumplir con altos estándares no solo en términos de estabilidad financiera, sino también de juego responsable e impacto en la comunidad. La fecha tan lejana, finales de 2025, permite un proceso de investigación detallado, pero también significa que estos operadores deben demostrar su valor a largo plazo para el estado y sus residentes.
Por último, está la cuestión de la inversión. Un casino a gran escala es un proyecto que requiere mucho capital y los operadores o patrocinadores tendrán que reunir mucho dinero para financiar la construcción y el funcionamiento del establecimiento. Para Nueva York, no basta con que estos proyectos produzcan ventajas económicas inmediatas, sino que hay que garantizar que se produzca un crecimiento a largo plazo.
La decisión de Nueva York de otorgar licencias para casinos en el sur del estado es parte integral de su visión de desarrollo económico y de su impulso hacia el turismo. Con la incorporación de desarrollos en complejos hoteleros con casinos de clase mundial a sus otras atracciones, el estado espera convertirse en un actor importante en las industrias del turismo nacional y mundial. Los casinos ayudarán a complementar atracciones de Nueva York como Broadway, Times Square y varios museos de alto perfil al brindar una forma alternativa de entretenimiento tanto para los locales como para los viajeros.
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