Ocean Sun de Panamá
El Ocean Sun de Panamá

La población de Panamá está cambiando sus hábitos de juegos. Según el último informe económico del Instituto de Estadística y Censo de la Contraloría General de la República, el interés por los juegos de suerte y azar bajó un 11% de enero a agosto de 2016.

Según el informe de apuestas brutas de los operadores de juegos de suerte y azar, que incluye premios pagados, hubo una disminución principalmente en las máquinas tragaperras tipo A, que bajó un 9.8%, mesas de juegos un 28.7%, salas de apuestas de eventos deportivos un 15.4%, salas de bingo un 6.6% y el hipódromo en un 1.3%.

Al excluir los premios, las apuestas netas disminuyeron también en un 4.7%, principalmente, las mesas de juego un 17.4%, máquinas tragaperras tipo A un 6%, salas de apuestas de eventos deportivos un 23.5% y salas de bingo un 16.2%.

Solamente subieron el hipódromo y la venta de lotería.

Las únicas actividades que subieron fueron el hipódromo, que creció en 110.3%, y la venta de lotería, que incluyendo los premios pagados aumentó en 4.0%, y al excluirle los premios —apuestas netas— subió un 15.6%, según se desprende el informe de la Contraloría.
Según informa la JCJ, Junta de Control de Juegos, del MEF, Ministerio de Economía y Finanzas, las puestas en los juegos de azar disminuyeron $97 millones en los primeros seis meses de 2016.

De enero a junio 2016, la actividad económica de la industria del juego se redujo 14.8%.

En el segundo trimestre de 2016, las apuestas sumaron $562.4 millones, inferior a los $660.3 millones que registró en igual periodo del año previo (2015).

De las actividades que examina el informe de la JCJ, la más pujante es las máquinas tragaperras tipo A, con $486.6 millones, si bien representó una baja significativa de $75.4 millones al compararle con el mismo periodo del año pasado, cuando logró $562.0 millones.

Del informe de la JCJ se desprende que la segunda apuesta que más interesa son las mesas de juegos. Al segundo trimestre las mesas obtuvieron $56.0 millones, mientras que el año pasado se había ubicado en $77.2 millones, sin embargo, obtuvo una disminución de $21.2 millones, de acuerdo con el informe del MEF.

El hipódromo se posicionó como el tercer juego de azar y apuesta más apetecible por los panameños, con $10.9 millones; mientras que de enero a junio del año pasado, esa actividad obtuvo $11.3 millones.

Las salas de apuestas de eventos deportivos y las salas de bingos obtuvieron $8.0 millones y $809,852, respectivamente. Ambas con una significativa disminución con $719,162 y $116,985, respectivamente al compararlos los mismos periodos del año pasado, según se desprende del documento de la JCJ.

La ASAJA, Asociación de Administradores de Juegos de Azar, mantiene un anteproyecto de ley para la exclusión y autoexclusión de ludópatas en Panamá.

Son dos anteproyectos de ley. El proyecto de ley 021, que será debatido ante la Comisión de Salud, que establece la prevención y el tratamiento de la ludopatía, y el otro anteproyecto, que será debatido por la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social, el 047, que establece la prevención y el tratamiento de la ludopatía en las salas de juegos de casinos y máquinas tragaperras, según explicó Antonio Alfaro, al presentar los anteproyectos ante la Asamblea Nacional.

Ambas iniciativas contemplan la exclusión o autoexclusión de la ludopatía, lo que permite trabajar en la rehabilitación para ayudar a minimizar este trastorno, así como la creación de un patronato que trataría el tema.

Ahora mismo, solo los miembros de ASAJA cumplen con este programa e impiden que las personas que están registradas en él puedan ingresar a los casinos. Dado que no existe una ley que permita la exclusión, ASAJA solo puede atender a autoexcluidos. La comisión de Salud de la Asamblea Nacional deberá trabajar en conjunto con los operadores para que se apruebe una ley consensuada para ayudar a estas personas.

Fuente: laestrella.com