El posible cierre de los casinos de Corfú y Alejandrópolis parece inminente después de que las autoridades griegas confiscaran los activos de su propietario, Konstantinos Piladakis .

La Autoridad Antilavado de Dinero emitió la orden, alegando que Piladakis ocultó la titularidad efectiva de las entidades Invictus y Glafka Capital, según eKathimerini.com . Esta supuesta tergiversación habría engañado a las instituciones crediticias y a los gestores de préstamos morosos, entre ellos Sunrise II NPL Finance.

La situación también afecta al casino Rio, cerca de Patra, que está cerrado desde septiembre de 2023. Su cierre se produjo tras el rechazo de un plan de reestructuración propuesto destinado a estabilizar sus operaciones.

Alegatos y defensa del propietario

Las acusaciones han provocado duras respuestas de Piladakis, que niega haber cometido ningún delito. Al hablar de la situación, Piladakis declaró: “Me han informado las publicaciones de que estoy bajo escrutinio y de que mis activos han sido congelados como parte de una auditoría de una autoridad competente. Nadie me ha llamado para explicar lo que se informa sin fundamento en las publicaciones”.

Piladakis resaltó su intención de defenderse por medios legales, afirmando que ha sido objeto de extensas auditorías a lo largo de los años, que no han revelado ninguna infracción legal. “Tanto yo como las empresas de mi interés hemos sido sometidos a exhaustivas auditorías fiscales… Se ha demostrado ampliamente que no había ni una sombra de ilegalidad”, comentó, según G3 Newswire .

Dificultades financieras en medio de desafíos económicos

Piladakis se explayó sobre las dificultades financieras que enfrentaron sus negocios durante la crisis económica de Grecia . Según él, sus casinos lucharon por mantenerse a flote en medio de una caída de los ingresos y una fuerte tributación , todo mientras empleaban a más de 400 trabajadores. “Logramos mantener los negocios con vida. Durante más de 14 años, al menos 210 empleados con exceso de trabajo trabajaron en las empresas”, explicó.

Para evitar despidos, Piladakis reveló que había hipotecado o vendido propiedades personales para apoyar a sus empresas . Agregó que los retrasos en la devolución del IVA por parte del Estado griego exacerbaron la presión financiera sobre sus negocios, a pesar de las sentencias judiciales a su favor.

Rechazando acusaciones

Piladakis desestimó las acusaciones de lavado de dinero y evasión fiscal y afirmó: “No acepto las acusaciones de presunto lavado de dinero o evasión fiscal que circulan en todos los canales de noticias y medios de comunicación. Todo se hizo y se hace legalmente ”. Si bien reconoció la necesidad de auditorías estatales, sostuvo que sus acciones se adhirieron a la ley a lo largo de sus décadas de carrera.

El futuro de los casinos de Corfú y Alexandroupoli sigue siendo incierto y su destino está estrechamente ligado a los actuales desafíos legales y financieros que rodean a Piladakis.