Club de Convergentes
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Cuando en CLUB DE CONVERGENTES nos enfrentamos a la confección de un Código Ético hay que reconocer que surgieron dudas: son tantas y tantas las obligaciones que ya tenemos, por desarrollar nuestra actividad en una Industria tan fuertemente regulada, que intentar avanzar en compromisos adicionales, de entrada, daba algo de vértigo.

Sin embargo, vivimos momentos donde los gestos son necesarios. En un contexto donde estamos sometidos a un fuerte escrutinio casi diario, en el que se confunden las competencias y ámbitos regulatorios y se nos utiliza como titular incluso político, no solo procede poner en valor nuestras cifras, como hemos hecho con el Estudio de la Industria. También conviene intentar sentar las bases de cómo queremos que se plantee el discurso, nuestro discurso, de manera proactiva, con una estrategia planteada en el medio y largo plazo.

Entrando en el Código Ético de CLUB DE CONVERGENTES, sus dos primeros compromisos intentan combinar las mayores posibilidades de creatividad que reclamamos los fabricantes, con el estricto cumplimiento de la normativa que regula nuestra actividad: así, a medida que las regulaciones se aligeren, los fabricantes debemos colaborar con las Administraciones en todo aquello que precisen de nosotros, de manera voluntaria y adicional a los “requerimientos administrativos formales”.

A lo anterior se añade que,según los números de nuestro Estudio, somos una Industria Tecnológica, que reinvierte mucho en I+D. Pero la tecnología no debe estar reñida con la responsabilidad. Nuestro compromiso atiende a la idea de que ambas deben complementarse en lo que hemos llamado “Responsabilidad Tecnológica”. Por ello, nuestra tecnología responsable debe favorecer que la evolución del producto sea compatible con su potencia, adecuada a su lugar de instalación.

Los compromisos tercero y cuarto de nuestro Código Ético se han inspirado en nuestra colaboración, durante estos tres años, en foros y eventos sectoriales, y en actos de colectivos dedicados al llamado “juego responsable”. En todos ellos, hemos intentando que nuestro discurso fuese directo, claro, y ajustado a la realidad de nuestra Industria. Y, lejos de estar cansados, nos comprometemos a seguir colaborando en aquellas propuestas que se nos hagan llegar, siempre que las mismas sean coherentes con nuestro perfil de fabricantes y desarrolladores de máquinas y sistemas de juego.

Pero en este ámbito cobra especial importancia el concepto de JUEGO SALUDABLE: la normativa que rige nuestra actividad, que nos obliga a ser explícitos con la información que damos al usuario final sobre los juegos que desarrollamos, y que se le ofrece a través de las máquinas que fabricamos, nos ha recordado que “la información es poder”. Por eso, nos comprometemos a dar a los usuarios finales, a los clientes que juegan en nuestros productos, la información necesaria sobre los mismos, de tal manera que esta opción de ocio libremente elegida se desarrolle con todas las garantías y de manera saludable, por ser conocida, comprendida, racional y conscientemente elegida.

Los dos últimos compromisos de nuestro Código redundan en exigencias que se aplican a todos los ámbitos económicos: involucrados con el medio ambiente, y con la integración de la Responsabilidad Social Corporativa dentro de las decisiones estratégicas de las empresas, CLUB DE CONVERGENTES podrá ser un foro que sirva para su difusión, conocimiento, y puesta en valor por parte de Autoridades Públicas y sociedad en general.

Que sepamos, éste es el primer CÓDIGO ÉTICO de la Industria Fabricante en España. Esperamos que se entienda como un paso más de los fabricantes de máquinas y sistemas de juego integrados en CLUB DE CONVERGENTES, encaminado a poner su pequeño granito de arena en la puesta en valor de los muchos y desconocidos elementos positivos que atesora nuestra querida Industria.