El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha realizado este miércoles un balance de la actividad y de las medidas aprobadas por su departamento desde el inicio de la legislatura hasta este mes de agosto, antes del parón vacacional que comienza esta misma semana. El líder de Izquierda Unida ha valorado de forma positiva la gestión de su ministerio, que ha calificado de «intensa».
En este sentido, ha ido desgranando y haciendo un repaso de las medidas que se han aprobado en este último año y medio. En primer lugar, ha hablado de una de las medidas estrella de Consumo: la regulación de la publicidad de las casas de apuestas. «Hemos aprobado un Real decreto que acabará con los abusos de las empresas de juego de azar y de apuestas en relación con la publicidad en determinados medios de comunicación. Desde el próximo uno de septiembre, todo este tipo de publicidad invasiva desaparecerá. No habrá publicidad en los estadios, no habrá publicidad en las camisetas, no habrá famosos promocionando casas de apuestas y juegos de azar, y no habrá anuncios ni en radio, ni en televisión ni en ningún tipo de soporte publicitario«.
«El decreto ha sido difícil de sacar adelante y ha enfrentado muchos obstáculos. Tiene como prioridad proteger la salud pública, especialmente la de aquellas personas más susceptibles de tener algún tipo de problema cuando participan en este tipo de actividad. Barrios de clase trabajadora, personas con pocos recursos que ven en los juegos de azar una salida a sus problemas económicos. Es un trabajo que sale adelante gracias a la sociedad civil«, ha proseguido el ministro.
Garzón ha recordado que el departamento que dirige también ha aprobado medidas de menor calado que complementan el decreto de regulación de la publicidad de las casas de apuestas, como la interconexión de los registros de autoprohibidos, «que ya incorporan a 60.000 personas que se han inscrito de forma voluntaria para que se les prohíba entrar en casas de apuestas y proteger su salud».
«El objetivo es proteger a los sectores más vulnerables de situaciones que resquebrajan relaciones personales y familiares, y prevenir trastornos muy importantes de salud pública», ha añadido.
Otra de las decisiones adoptadas es la reforma de la Ley de Consumidores. «La ley se había quedado obsoleta y el cambio permitirá tener herramientas e instrumentos para sancionar grandes abusos y fraudes cometidos por las grandes empresas. España era una anomalía porque en los últimos diez años hemos estado indefensos y no había ningún tipo de regulación. Fraudes como las cláusulas suelo o el diesel gate quedaban impunes», ha dicho Garzón.
En esta misma línea, Consumo ha impulsado y ahondado en la figura del consumidor vulnerable: «Todos podemos ser vulnerables en algún momento de nuestras vidas ante las empresas. No solo vulnerabilidad económica, sino también vulnerabilidad por vivir en un entorno rural, ser una persona mayor o ser menor de edad».
Apuesta por un consumo «saludable y sostenible»
El ministerio dirigido por Garzón también ha aprobado durante la primera parte de la legislatura los números de calificación especial 902: «En el año 2021 esto es un anacronismo que solamente ha servido para encarecer la factura de las familias trabajadoras e incrementar los beneficios de las grandes empresas que utilizaban este tipo de prácticas como beneficios extraordinarios o adicionales, que ahora ya no van a poder hacer». Además, el ministro ha avanzado que al finalizar el año se va a aprobar el proyecto de ley de servicios de atención al cliente.
Garzón ha recordado otras medidas como la subida del IVA de las bebidas azucaradas y aquellas reformas destinadas a proteger la salud pública y fomentar un consumo «sostenible y saludable», apostando, por ejemplo, por «la ganadería extensiva y de proximidad, que nada tiene que ver con las macrogranjas».
En su balance, Garzón le ha dedicado varios minutos a las medidas de urgencia que su ministerio adoptó durante los peores momentos de la pandemia del coronavirus, como la limitación de los precios a productos como las mascarillas, que se convirtieron en productos de primera necesidad, o las moratorias hipotecarias y de créditos al consumo.
«Es importante que se recuerden los obstáculos políticos que tienen que ver con el gran poder y la gran influencia que tienen determinados actores económicos, que intentan frenar cualquier tipo de cambio en el estatus quo. Esfuerzo ingente y dedicación de toda la gente anónima que ha estado detrás de la aprobación de estas medidas», ha zanjado.
Fuente: Público