A partir de este lunes se experimenta en la isla más flexibilización a las medidas impuestas por el gobierno desde hace más de un año para contener los contagios de COVID-19, un nuevo paso que mantiene optimista al sector comercial y es cónsona con las recomendaciones de la comunidad científica.

El pasado jueves el gobernador Pedro Pierluisi anunció que a partir del 7 de junio -y hasta el 4 de julio- el país se regirá por una apertura a actividades comerciales y sociales que incluyen dar luz verde a la operación de barras, discotecas, salones de juego y “party buses”, negocios que por primera vez desde marzo de 2020 podrán reiniciar sus servicios con un 50% de su capacidad. Mientras, otros comercios -incluyendo restaurantes- podrían operar con un aforo de hasta 75%. Asimismo, los coliseos, teatros y cines pueden funcionar con un 50% de su ocupación.

“Estamos realmente conformes. Entendemos que el gobernador hizo una gran movida en ir volviendo casi a la normalidad”, expresó a Primera Hora el presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD), Jesús Vázquez.

Sostuvo que los patronos del sector comercial están satisfechos con las nuevas disposiciones, al tiempo que previno que el regreso total a la normalidad en Puerto Rico debe estar registrándose para finales de agosto.

“La vacunación va a buen ritmo y el llamado en el Centro Unido es a ser responsables porque la enfermedad no se ha ido. Entendemos que con esta orden debe también haber un compromiso ciudadano para que continúen algunas reglas básicas pues, de lo contrario, pudiéramos volver para atrás en los próximos meses. Nuestra esperanza está en que la gente se siga vacunando y salir de esto para agosto”, indicó Vázquez.

Dijo que la operación de los comercios a un 75% de capacidad es favorable, pero que el gran reto de muchos jefes de negocio es la empleomanía. “El reto mayor para muchos es ver si realmente tenemos para suplir la demanda que surja cuando todo vuelva a la normalidad. Llevamos tres meses en una situación de difícil reclutamiento”, puntualizó al añadir que el panorama se circunscribe también a otras jurisdicciones de Estados Unidos.

Dijo que el tema se ha consultado con líderes del gobierno y la discusión ha levantado la oportunidad de hablar sobre el aumento al salario mínimo que, actualmente, es de $7.25. “Pero quiero que sepas que hay muchas compañías ofreciendo mucho más por encima del mínimo, incluyendo otros beneficios, y con todo y eso no consiguen empleados. Algunos están dando bonos, pagando el teléfono de sus empleados, comprándoles ropa y con todo y eso la situación es complicada. Pero estamos ahora mismo en una burbuja económica (con los incentivos federales otorgados por la emergencia) y saliendo de la pandemia… entendemos que todo esto va a mejorar”, acotó el líder del CUD que estimó que antes de la pandemia habían en Puerto Rico entre 40,000 a 60,000 pequeños y medianos comerciantes.

Por su parte, Ismael Vega, gerente general de Casino Metro, describió como “un paso en la dirección correcta” la determinación del gobierno, al tiempo que destacó que todo el mérito de regreso a la normalidad lo tiene la población que ha hecho “fiel cumplimiento” de lo dispuesto en las órdenes ejecutivas de los gobernantes.

Estamos llegando poco a poco a paso seguro y estamos muy complacidos en ese aspecto”, expresó Vega.

En cuanto al aforo en los casinos, que operarán con un 75% de ocupación, dijo que el cambio no es muy significativo porque el enfoque está inclinado a regular la cantidad de equipos o máquinas operando, cumpliendo con la separación de espacio requerida.

“Mi aforo ahora mismo con el 75% es de 1,500 personas, pero sólo puedo dejar entrar a 600 porque es la cantidad de sillas y equipos disponibles en el casino cuando hago todo el procedimiento de separar los espacios. Aun así a partir de mañana añadiremos otras mesas. Y es importante que la gente sepa que aunque ya no se exigirá lo del cernimiento vamos a continuar bien exagerados con la limpieza y el uso de mascarillas. Queremos que la gente siga sintiéndose segura en nuestro ambiente de entretenimiento”, indicó.

Al igual que otros patronos, la industria de casinos experimenta conflictos al momento de reclutar. “Te diría que es lo más retante de ahora en adelante, aunque estamos esperanzados de que en los próximos meses la cosa mejore. Pero, por lo pronto, hay conformidad y uno ve la ruta. Vemos que vamos en la dirección correcta y a paso firme”, subrayó.

Los 16 casinos que operan en Puerto Rico estuvieron cerrados por seis meses. Durante ese periodo se calcularon pérdidas de hasta $25 millones mensuales. Aparte, cada casino tuvo que invertir en equippos de seguridad y mantenimiento para cumplir con los protocolos de prevención impuestos por el gobierno y las autoridades de salud. Actualmente, los casinos emplean a cerca de 2,500 personas.

Según el gobernador, aun cuando se sigue combatiendo la pandemia del COVID-19, los indicadores de salud han bajado marcadamente en las últimas semanas. Actualmente, la tasa de positividad del virus en Puerto RIco es de un 2%, una cifra porcentual sumamente baja comparada con el sobre 15% que se registró en el repunte de abril. Mientras las hospitalizaciones -que hace dos meses sobrepasaron los 550 casos- están por debajo de 100.

De otra parte, a partir de hoy la mascarilla no será requerida en espacios libres para las personas que hayan completado la vacunación. Sin embargo, los cubrebocas se deben exiigir cuando visitan un establecimiento de un operador privado que atienda púbico. Se explicó también que los cernimientos -toma de temperatura- en la entrada de comercios o entidades gubernamentales, entre otras, no será una obligación.

Precisamente, la Coalición Científica, cuerpo asesor del gobernador en el tema de la pandemia, había recomendado más flexibilización entre las personas inmunizadas.

“La evidencia científica que se ha recopilado sobre la vacunación contra el SARS-COV-2 indica que las mismas son efectivas y seguras. Nuestros análisis, que son consistentes con análisis científicos a nivel internacional, indican que la vacunación está funcionando para Puerto Rico, y sugieren que contribuye a la disminución de casos y contagios, síntomas menos severos, reducción de hospitalizaciones y vidas salvadas”, expresó el doctor José Rodríguez Orengo, director del Puerto Rico Public Health Trust y miembro del grupo.

La Coalición sugirió también que los restaurantes o salones de actividades separen espacios para realizar actividades con personas completamente vacunadas, a fin de que se les exima de utilizar las mascarillas.

En cambio, hicieron hincapié en que en espacios cerrados, como podrían ser los campamentos de verano, se continúe exigiendo el uso de mascarillas y distanciamiento social, particularmente en menores de 12 años. A los padres y tutores de jóvenes entre 12 a 17 años se les exhortó a cumplir con la vacunación para evitar riesgos de salud.

La expectativa del gobierno de Puerto Rico es lograr la inmunidad de rebaño (con un 70% de la población vacunada) para finales de agosto. Según el informe del Censo de 2020, la isla tiene 3,285,874 habitantes. Se estima que la población hábil para vacunarse está cerca de 2.9 millones.

Actualmente, cerca de un 40% de la población ha completado el proceso de vacunación, mientras poco más de un 50% ha recibido al menos una dosis.

Fuente: primerahora.com