A dos semanas de la entrada en vigor, que modifica la Ley Federal de Juegos y Sorteos, actores de la industria opinan sobre el futuro de este sector en México.
Han pasado casi dos semanas desde que entró en vigor el decreto que modifica el Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos, en el que se establece que no se otorgarán nuevos permisos para operar máquinas tragamonedas en casinos y salas de juego. Como tampoco se renovarían los ya existentes, representantes de la industria mexicana del juego expresan su preocupación por las repercusiones de esta decisión.
El presidente Andrés Manuel López Obrador aprobó un decreto que prohíbe los sorteos a través de máquinas tragamonedas, que entró en vigor el 17 de noviembre. La modificación fue aprobada siete años después de que las máquinas tragamonedas fueran legalizadas durante el sexenio de Felipe Calderón, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló el uso de máquinas tragamonedas en los casinos, argumentando que las tragamonedas son consideradas un juego de lotería y no de azar o habilidad.
Según Miguel Ángel Ochoa, Presidente de la Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego en México (Aieja), las máquinas tragamonedas son vitales para los casinos, ya que representan el 85% del negocio.
También destacó que, si bien la nueva medida puede no tener efectos inmediatos, la mayoría de los casinos, cuyos permisos vencen entre 2028 y 2033, se verán afectados en los próximos cinco años. Además, no se renovarán permisos después de 2038.
Si los casinos exceden el plazo de vigencia, tendrán un plazo máximo de 15 años para detener sus operaciones.
Con esto, Ochoa planteó la posibilidad de que los fabricantes de máquinas tragamonedas retiren sus inversiones del país, aduciendo la percepción de falta de perspectivas de futuro en el negocio.
«En este momento, las dos acciones son el tema del Amparo, por un lado; y el tema de la promoción de una Ley Federal de Juegos y Sorteos«, explicó.
Los actores de la industria del juego buscan llegar a un acuerdo para modificar la Ley Federal de Juegos y Sorteos, que data de 1947. Ochoa destacó la obsolescencia de la ley actual, considerando la falta de disposiciones para las máquinas de juego, Internet y los teléfonos celulares.
Mencionó que la comunicación permanente con la Secretaría de Gobernación y legisladores para discutir una nueva regulación, idealmente para febrero de 2024, durante el último periodo de sesiones del actual Congreso.
«Creo que si logramos una nueva Ley Federal de Juegos de Azar que dé certidumbre y tranquilidad, seguramente no tendremos problema. Si no, tenemos los amparos que nos permitirán negociar la renovación de los permisos«, agregó Ochoa.
Fuente: milenio.com