Sheldon Adeson, presidente de Las Vegas Sands
Sheldon Adeson, presidente de Las Vegas Sands

Lucha de magnates de Las Vegas para promocionar sus negocios: los titanes del juego Sheldon Adelson y Steve Wynn intercambian tretas para ganar la partida en la Ciudad del Pecado. El protagonista de la historia de Eurovegas ha comprado el periódico más importante de Nevada pero su rival contrata a la modelo más seguida en Instagram para que celebre su cumpleaños en su resort, y le paga las fiestas, los invitados y diez centavos por cada seguidor de Instagram: ¡Y tiene casi seis millones y medio!

Sheldon Adelson es conocido en España sobre todo por una razón: trató de montar su negocio en españa y muchos madrileños lo creyeron, sobre todo Esperanza Aguirre, que se creyó el cuento de este judío ultra republicano multimillonario, el Rey del Juego de Las Vegas. Hace tres años, antes de que todo se fuera al garete, la lideresa vaticinaba la creación de puestos de trabajo a rabiar en aquel esperpento virtual llamado Eurovegas, el macroproyecto que el magnate negociaba.

Imposible olvidar la sonrisa misteriosa de Aguirre, en plan ‘yo sé cosas que vosotros no sabéis’, cuando daba a entender que ella había logrado traerse a la Comunidad el planazo del dueño del Venetian, ese casino inmenso que imita los canales de la ciudad-estado pero con olor a humo de tabaco, patatas fritas y perritos calientes en vez de a pescado contaminado.

Sheldon, que figura en Forbes como uno de los hombres más ricos de Estados Unidos, con una fortuna estimada en unos 25.000 millones de dólares, es mucho más rico que Esperanza por supuesto pero también 20 años más viejo. Y probablemente más astuto: antes de dejar en ridículo a la ex presidenta y a otros políticos, llegó a desatar un encendido debate sobre si se podrían hacer excepciones para que se pudiera fumar en el interior de los casinos y locales que pensaba promover en Madrid, en medio de la meseta sur.

Aquel pelotazo se olvidó, pero eso no significa que Sheldon haya dejado de fabricar fichas de casino y ludópatas por medio mundo para incrementar su inmenso botín. Actualmente se encuentra implicado en un proyecto para desarrollar un megacasino en Macao, China, la ciudad que fue una antigua colonia portuguesa hasta el 20 de diciembre de 1999.

Pero su principal pelea, como todas las grandes peleas actualmente, tiene lugar en el centro de Las Vegas, donde Sheldon posee entre otros templos el Palazzo y The Venetian, un resort de 4.000 habitaciones, inmenso y hortera, en donde con dinero se puede conseguir casi cualquier cosa, y que reproduce San Marcos, los canales y hasta las góndolas de la ciudad fundada en el Adriático hace 15 siglos.

Uno de los contendientes de este combate entre magnates del juego, verdaderos iconos junto con sus obras del capitalismo más genuinamente norteamericano, es Stephen Alan Wynn, más conocido como Steve Wynn (nacido el 27 de enero de 1942 en New Haven, Connecticut).  Conocido por ser uno de los artífices del resurgimiento del Strip de Las Vegas en llos 90, es el responsable de otras muestras de la arquitectura ostentosa como el Golden Nugget, The Mirage, Treasure Island, Bellagio, y el hotel de Sin City que lleva su nombre (como muchos otos en el planeta), el Wynn.

El magnate Wynn es también conocido por su afición al coleccionismo de arte, y ha protagonizado compras de pinturas de Rembrandt, Vermeer o Picasso. Wynn dedica un restaurante a Botero, el artista colombiano, exhibiendo esculturas y pinturas suyas en el comedor. También homenajea en otro de sus locales a Sinatra: allí exhibe recuerdos del mítico cantante como el Oscar que ganó por De aquí a la eternidad (Fred Zinnemann, 1953).

Pero si en España Sheldon Adelson fue conocido gracias al espejismo Eurovegas, muy comentado fue el accidente que su rival Wynn cometió al dar un codazo al cuadro de Picasso El sueño (1932). El lienzo se resquebrajó frustrando así la venta del que podría haberse convertido en el cuadro más caro de la historia. Valorado entonces en 98 millones de euros, iba a pasar aquel mismo día de manos de Wynn a manos del coleccionista Steve Cohen pero tras el inoportuno codazo de su dueño (¡oooops!), la transacción se anuló. Esto es América.

La apasionante ‘pelea’ entre estos personajes, Sheldon Adelson y Steve Wynn, continúa en Las Vegas y los últimos capítulos son bastante divertidos: Adelson y su familia compraron a finales del año pasado en una operación que se llevó en secreto el periódico de mayor circulación en todo el estado de Nevada, Las Vegas Review-Journal, un movimiento que algunos de sus competidores en la Ciudad del Pecado han tomado como un intento de favorecer desde la prensa sus propios negocios, tratando de ignorar en lo posible los demás.

Pero ahora Wynn, que no se anda con bromas, ha ideado una manera de obligar al periódico de Sheldon a cubrir sus propios eventos, contratando celebridades al precio que sea para que sus fiestas no puedan ser ignoradas ante el nivel de las juergas. Por cierto que una procesión de reporteros y columnistas están abandonando el diario desde que Sheldon es el propietario, a pesar de que el republicano se obstina en repetir que él no se mete en los contenidos.

Wynn y sus asesores se preguntan a menudo a quién llevar a las fiestas de sus hoteles para que los reporteros de Sheldon vayan y les dediquen espacio aunque no sea su deseo. Y su razonamiento ha sido tan simple como el que llevó a a los creadores de Las Vegas moderna a reproducir Venecia, el antiguo Egipto o la romana Fontana di Trevi: han decidido mirar quiénes son las modelos más seguidas en Instagram y pagarles sus cumpleaños y otras celebraciones a razón de diez centavos por cada uno de sus followers, además de todos los gastos, incluyendo lo mejor en bebidas, transportes y tratamientos megavips para todos sus invitados. No sabemos hasta cuántos.

Por ejemplo, si tienes diez millones de seguidores en Instagram, los chicos de Wynn te pagarán un millón de dólares por celebrar tu fiesta en su casino, invitarán a tus amigos, les pagarán los gastos de transporte y alojamiento y por supuesto toda la comida y bebida que haga falta. No te molestes si tienes menos de un millón.

La primera celebridad de la que hemos tenido constancia que ha aceptado tan suculenta oferta ha sido Emily Ratajkowski, la modelo que saltó a la fama después de protagonizar el vídeo Blurred Lines, de Robin Thicke con Pharrell Williams. Con casi seis millones y medio de seguidores en Instagram, se ha llevado el premio. Eso significa que la modelo cobrará casi 650.000 dólares solo por celebrar su 25 cumpleaños en el hotel Wynn-Encore de Las Vegas. La modelo norteamericana, aunque nacida en Londres, lo único que tuvo que hacer fue acudir al casino de Wynn con un vestido de raso verde, muy sugerente, beberse unos cuantos tequilas Don Julio 1942, y compartir con su gente (todos encantados, claro), unas cuantas botellas de Champagne Moet Chandon Imperial). Y dejarse hacer fotos, of course.

Por supuesto, la prensa -incluida la del Sheldon Adelson- tuvo que cubrir la juerga, retratarla, y promocionar así la inauguración del nuevo invento de Wynn: el IntrigueVegas, «un nuevo concepto de ocio nocturno», tal y como rezaban los carteles del evento.

Por cierto, el party por el cuarto de siglo de la modelo y actriz fue entre el viernes 27 y el sábado 28, aunque en realidad el cumpleaños de la joven es el 7 de junio. Pero, ¿a quién le importa?

Fuente: eleconomista.es