Las autoridades afirman que la actividad de las máquinas en los barrios es ilícita, pero sus propietarios sostienen lo contrario porque la norma fue derogada.

Hace 140 años, una ley prohibió el juego en Uruguay. Fue la 1.595 de 1882 la que estableció esa prohibición de los juegos de azar o de fortuna o que intervenga “envite” (apuesta), a excepción de la lotería y rifas públicas autorizadas por las Juntas Económico-Administrativas, según el texto. También previó multas y penas para el caso de incumplimientos.

Esa ley, escrita hace prácticamente un siglo y medio, es el principal motivo de disputa entre las autoridades y los dueños de las máquinas tragamonedas. La versión oficial es que la actividad es ilegal, justamente porque así está redactado hace 140 años.

La Cámara Uruguaya de Entretenimientos (CUDE) es la que agrupa a la mayoría de los dueños de las máquinas. Se fundó en junio de 2004 y desde ese momento recibe denuncias de la Dirección General de Casinos por la ilicitud de su actividad. La gremial sostiene que la Justicia le otorgó la razón a los dueños de las tragamonedas cada vez que fue demandada.

Mientras las autoridades aluden a la ley 1.595 para enfrentar a los empresarios, la posición de los representantes de la CUDE es firme: el juego no está prohibido porque la ley fue derogada en 1889.

Así lo establece el primer Código Penal de ese año. El artículo 417 expresa: “Quedan
derogadas todas las leyes y disposiciones penales que han regido hasta ahora en la República, sobre los delitos y faltas que trata el presente Código”. El Código está firmado por Joaquín Requena, como presidente de la comisión redactora del nuevo texto.

En la Comisión de Hacienda de Diputados, el director general de Casinos, Gustavo Anselmi, marcó la postura oficial: “Con respecto a las máquinas tragamonedas quiero decir que está claro que la posición de la Dirección General de Casinos es que son ilegales; está clarísimo en la ley que son ilegales. En ese sentido, la Dirección General de Casinos sigue haciendo las denuncias pertinentes”, afirmó.

Fuente: elobservador.com.uy