Donald Trump
Donald Trump, el nuevo presidente de EEUU

La sucesion de noticias en las elecciones USA, y el éxito de Trump en las elecciones norteamericanas, que le llevará a la Casablanca en Enero próximo (si no decide saltarse a la torera la norma, echar a Obama, y pasar ya allí las Navidades) nos invita a reflexionar, a la distancia, sobre la posición de este nuevo Presidente respecto a la industria de los juegos de azar en América y en el resto del mundo.

Recapitulemos. En las previsiones de la American Gaming Association (AGA), gran patronal de los casinos de juego en USA, ya se hacían una serie de prospecciones en la campaña electoral con los candidatos. Así, en la ficha de Hillary Clinton se situaba un botón VERDE en el semáforo explicativo de su posicion respecto a los casinos, mientras que a Donald Trump se le asignaba un botón AMBAR. Esto quiere decir que en los antecedentes analizados, que pueden comprobarse en las fichas linkadas, la primera promovía el mantenimiento del status de los casinos, mientras que el segundo tenía una actitud, no tanto opuesta a ellos, sino ambigua.

No podemos olvidar que uno de los soportes de su actividad empresarial fue la puesta en marcha de casinos en New Jersey, Atlantic City, donde sus casinos tuvieron  una época dorada (Trump Plaza, Trump Castle y Trump Taj Majal) y terminaron en estrepitoso fracaso de gestión, aunque no para él, que salió indemne de varios procesos de quiebra.  Es muy coherente decir que esta línea de negocio le ha granjeado numerosos adversarios en este sector, y los litigios y enemistades con otros significativos promotores de casinos son públicos (Steve Wynn, Sheldon Adelson). que como el resto de empresarios en Las Vegas miran hacia otro lado cuando se les pregunta. Incluso Adelson se ha negado a contribuir con donaciones a su campaña, como había hecho en otras ocasiones con los candidatos republicanos. El último de los casinos que llevaba el nombre de Trump, pero que ya no era suyo (el Taj Majal), cerró sus puertas el pasado 10 de Octubre, con más de 3.000 empleados despedidos. En la página Web wwww.trumpcasinos.com el link a las relaciones con los inversores simplemente está cerrada. El gestor oficial de dicho casino, que ha consumado las operaciones de cierre es el conocido inversor Carl Icahn, colocado en el número 26 en la Lista de riqueza de Forbes 2016, a quien Trump, en uno de sus mítines ha señalado como posible Secretario del Tesoro americano (Ministro de Hacienda).

Así que, lo mismo que con otras líneas de futuro, estamos ante una verdadera incógnita. Pregúntenles a los indios americanos, titulares de numerosos casinos a lo largo de USA. Porque Trump no solo se ha granjeado enemigos en Atlantic City y Las Vegas, sino tambien con sus incursiones empresariales frustradas en los casinos indios americanos, a los que ya dedicó algunas campañas denigratorias en 2000. Las poderosas organizaciones como las Indian Gaming Associations, deben estar temerosas, (o “en pie de guerra” contra el hombre blanco) ante las derivas racistas demostradas por el nuevo Presidente en ciernes.

Sin embargo, algunos grandes conocedores del juego en USA, como Mr. Fahrenkopf (antiguo Presidente de AGA, y miembro del Partido republicano), comentaba en Mayo de forma muy general y sin personalizar, cuando se le preguntaba sobre Trump a punto de ser nominado candidato republicano:

“I think that presidents don’t have a hell of a lot of influence over what happens to the gaming industry, regardless of whether they’re Republicans or Democrats,” “Historically, most candidates running for President — when you ask them about the gambling industry, they say that’s a states’ rights matter,”

O sea, como quitando hierro a este asunto porque las decisiones sobre casinos se adoptan a nivel de los Estados. Sin embargo, los juegos de azar son una materia ya mucho más amplia que los casinos, y en USA están reiteradamente sobre la agenda parlamentaria algunos asuntos de naturaleza “federal”, como la regulación del juego online, en todas sus manifestaciones  y las apuestas deportivas, que pueden ocasionar verdaderos terremotos sectoriales. No existe una postura oficial de Trump o su entorno ante estas materias.

Los interrogantes se amplíarán  a otros escenarios  que se verán afectados a  medida que comiencen a asentarse las políticas económicas, sociales, e internacionales del nuevo mandatario. Las políticas proteccionistas del mercado de juego americano (“lo primero, los americanos” ) se antojan como líneas rojas para la entrada de empresas, sobre todo online, extranjeras;  las relaciones con China determinarán la marcha del juego en Macao, donde sus antiguos adversarios han alcanzado una posición inversora de importancia.

En fin, un verdadero rosario de asuntos a los que estaremos atentos y nos mantendrán entretenidos durante los próximos compases de este reality show.