CeJuego, la asociación empresarial que representa aproximadamente a un 70% del sector del juego privado en España, ha realizado una encuesta con SIGMADOS para analizar la percepción y el conocimiento que los españoles tienen del sector de juego. Este estudio, con una muestra total de 1.863 encuestados, ofrece una visión acerca de los hábitos de consumo tanto del juego privado como público en nuestro país. Un 73% de los encuestados afirma jugar a la lotería, mientras que solo un 6% declara jugar a apuestas deportivas, lo que da una muestra de cómo se distribuyen los hábitos de juego de forma general.

En un análisis por tipo de públicos, los asalariados, empresarios y autónomos son los que más realizan apuestas online. Los estudiantes tienen en su ranking de preferencias de juego las Loterías (31%), Euromillones (14%), juegos de la ONCE, como Cuponazo y Rascas (10%) y las apuestas deportivas online y las apuestas en locales de juego, ambas con un 6%. Por el contrario, un 17% de los asalariados, empresarios y autónomos, afirman realizar apuestas deportivas online. Analizando la variable de volumen de ingresos de los encuestados, destaca el hecho de que las personas con ingresos bajos y muy bajos, son las que juegan en mayor porcentaje a los Rascas de la ONCE (13,3%). Además, son quienes menos juegan tanto en locales de apuestas (2%) como en apuestas deportivas online (4%). Las personas que más ingresos declaran, invierten en su mayoría a juegos como Euromillones (38%) y la Primitiva (41%), y dedican solo un 7% de su presupuesto a las apuestas online.

En el caso del juego privado, casi un 68% afirma jugar por diversión y ocio, y por las posibilidades de acertar y solo un 30% por el importe de los premios. En el caso del juego público, el 41% afirma jugar por tradición y costumbre, y un 31% por las posibilidades de acertar, al igual que otro 30% lo hace por el importe de los premios. El juego público más jugado es la Lotería, a la que juegan el 73% de los encuestados, mientras que el juego privado más practicado son las apuestas deportivas que, según los datos del estudio, alcanza el 6%.

En referencia al tema de la regulación aplicada al sector del juego, un 62% de los encuestados afirman que los locales de juego y apuestas no deberían cerrarse, porque “cada uno es libre de ir o no ir”. De hecho, un 64% está seguro de que, si se cierran estos locales, el juego se trasladaría a otros lugares de manera ilegal. Un 75% de los encuestados, al conocer las medidas que se están imponiendo en el sector del juego privado, cree que se deberían establecer las mismas medidas para el juego público.

El sector del juego privado en España es uno de los más exigentes a nivel regulatorio, si se compara con otros países, y las modificaciones que se han introducido en los últimos tiempos han afectado duramente a su actividad, al verse limitadas sus posibilidades tanto de crecimiento de negocio como de mantenimiento de lo que ya estaba establecido. La presencia publicitaria de las empresas del juego también ha sufrido grandes restricciones, algo que contrasta con la libertad que se otorga al juego público, considerando que se trata de una práctica más habitual por parte del público en general.

En palabras de Alejandro Landaluce, Director General de CeJuego, “existe una creencia errónea de que somos un sector poco regulado, cuando somos uno de los que históricamente más hemos cuidado el cumplimiento de la normativa. Abogamos por el juego responsable y cumplimos todas las medidas que se imponen tanto a nivel estatal como por Comunidades Autónomas y lo vamos a seguir haciendo siempre, porque forma parte de nuestra filosofía como empresas. El juego privado se practica en su gran mayoría por diversión y ocio, como muestran los datos, y en comparación con el juego público es minoritario, así que consideramos que debe regularse de forma justa, acorde a lo que realmente representa el juego privado en el mercado”.

La industria del juego, incluyendo Loterías y Apuestas del Estado y Ia ONCE da empleo a 260.000 personas -85.000 empleos directos y 175.000 indirectos- en España. El negocio del juego supone un 0,38% del PIB, 326 millones de euros en cotizaciones sociales, y genera unos ingresos en impuestos de 1.789 millones de euros, en base a las cifras del último año.