Las máquinas ya lo hacen mejor que los humanos cuando se trata de jugar al tres en raya, a las damas o al ajedrez. Pero, por complejos que sean, en estos juegos todo se resume a conocer las reglas y poder de computación (mental o artificial) para simular todas las posibles estrategias. Con el póquer la cosa se complica. Interviene el azar, y los jugadores no tienen toda la información, ya que el rival esconde sus cartas. Sin embargo, incluso en esa situación de incertidumbre, un nuevo algoritmo ha sido capaz de resolver el juego hasta el punto de que ningún jugador humano o máquina podrá ganarle la partida, según una investigación que se publica hoy en la revista Science.

Desde mediados del siglo pasado, con pioneros de la computación moderna como Alan Turing, la inteligencia artificial (IA) siempre ha usado juegos para probar sus teorías. Como dice el profesor del departamento de informática de la Universidad de Alberta (Canadá), Mike Johanson, «para los investigadores de la inteligencia artificial, con cualquier juego, hay dos grandes hitos: la primera vez que un programa informático derrota a un campeón humano y la primera vez que un programa resuelve el juego creando una estrategia matemáticamente perfecta e imbatible, de modo que nunca más pierda con cualquier oponente, humano o máquina, aunque este lo sepa todo del programa».

Eso es lo que ha conseguido CFR+, un algoritmo desarrollado por un equipo de investigadores de la universidad canadiense entre los que está Johanson. Un algoritmo matemático es un conjunto de reglas a seguir durante pasos sucesivos. En la Wikipedia hay un ejemplo gráfico muy sencillo y que también se puede encontrar al final de cualquier manual de instrucciones: Punto de partida, la lámpara no funciona. Paso 1, ¿está enchufada? Si no lo está, enchufar. Si lo está, paso 2, ¿está fundido el foco? Si lo está, reemplazarlo y, si no lo está, paso 3, comprar una nueva lámpara. El problema con el póquer es que las posibles situaciones son casi astronómicas: 319 billones de posibilidades.

Al menos, esos son los conjuntos de información posibles en la versión del póquer descubierto con dos jugadores llamada Texas hold ‘em, la más popular y la que se juega en los campeonatos mundiales de este juego de cartas. Aquí, el juego se inicia con el reparto de dos cartas boca abajo para cada jugador. Apuestan, y el que da las cartas saca tres boca arriba con las que tienen que jugar ambos. Si los dos vuelven a apostar se saca una cuarta y hasta una quinta carta. Solo al final del juego, si los dos han apostado, se descubren sus dos cartas.

Esta modalidad del póker, que se puede jugar con o sin límite en la apuesta, es mucho más complicada para una máquina que otros tipos de juegos. En el caso de las damas o Connect-4 (versión del tres en raya ampliado a cuatro), se trata de juegos con información completa donde no hay margen para el azar y los jugadores pueden ver todas las piezas y saben todas las reglas.

Fuenta: elpais.com