Casino Gran Vía, uno de los Casinos de Madrid
Casino Gran Vía, Madrid, uno de los casinos del Grupo Comar

El edificio de la antigua sede Círculo de la Unión Mercantil e Industrial es desde 2013 un resort de ocio por el que pasan al año un millón de personas

El número 24 de la Gran Vía, un palacete art decó, es uno de los varios edificios emblemáticos y monumentales que encontramos paseando por esta céntrica calle de Madrid. Esquina con la calle Hortaleza, lo que no es tan conocido es que la antigua sede del Círculo de la Unión Mercantil e Industrial es desde el 18 de diciembre de 2013 el Casino Gran Vía, un resort de ocio por el que cada año pasan más de un millón de personas. Además, una parte del inmueble está ocupado desde hace dos años por el hotel Casino Gran Vía, operado por AC Hotels by Marriott.

La Sala Real del Casino Granvía es un salón protegido por Patrimonio Nacional
La Sala Real del Casino Gran Vía es un salón protegido por Patrimonio Nacional

El Círculo de la Unión Mercantil e Industrial fue creado en Madrid el 20 de junio de 1858 y en 1924 inauguró su sede social de Gran Vía, que por aquel entonces esta avenida estaba dando sus primeros pasos. Los arquitectos y hermanos Joaquín y Luis Sainz de los Terreros Gómez ganaron en 1918 el concurso público que había convocado la Unión Mercantil Industrial. Propusieron un edificio multifuncional donde se pudieran desarrollar las actividades del círculo, al mismo tiempo que se disponían algunas áreas del inmueble para viviendas de alquiler y para locales comerciales. Lo que ha trascendido de esa época hasta la actualidad es que estas dependencias estaban distribuidas entre el sótano (con sala de esgrima y gimnasio), la planta de entresuelo, (con salas de tertulia, lectura y comedor), la planta principal (gran salón, despachos y oficinas) y la terraza (comedores y merenderos estivales).

En la parte exterior del entresuelo y la planta baja estaban los locales comerciales y las tiendas y las viviendas de alquiler se situaron a partir de la segunda planta. Para estos inquilinos la entrada se encontraba por la calle Hortaleza mientras que se proyectó para el Círculo una entrada monumental similar al de algunos palacios del siglo XVIII, con un arco de medio punto y un gran hall encolumnado. En la fachadadestaca la cuidada decoración de piedra con motivos neo renacentistas y del plateresco español.

>Los premios se entregarán en el Salón Real del Casino Gran Vía de Madrid

El edificio es ahora propiedad de la sociedad Josel, integrada en el grupo constructor e inmobiliario catalán Núñez i Navarro. Y en esta ubicación estuvo antes situado el Palacio del conde de Santa Coloma y el café Nueva Iberia, en la antigua esquina de Hortaleza con la calle de la Reina. Un conocido lugar de reunión del «Bilis Club» o «sociedad literaria sin reglamento, sin junta directiva y sin domicilio», en la que participaban tertulianos de la época como Clarín, Zapata, Palacio Valdés o José Ortega Munilla. Durante un tiempo uno de los inquilinos de Gran Vía 24 fue el Ayuntamiento de Madrid donde instaló las dependencias del Área de Gobierno de Economía, Empleo y Participación Ciudadana. En el 2017 se inauguró en la otra parte del edificio el hotel Casino Gran Vía, de 4 estrellas, con 71 habitaciones, gimnasio, tres salones de reuniones y una terraza.

Patrimonio Nacional

«La mayor reforma del edificio se realizó entre los años 2016 y 2017 pero siempre respetando las condiciones originales del edificio, ya que está protegido como Patrimonio Nacional», explica a ABC Estela Gil, directora de Marketing del Casino Gran Vía del grupo Comar, que cuenta con 9 casinos en España y 14 en el extranjero. Entre ellos el Gran Casino de Aranjuez. El edificio mantiene su estructura original y el casino se ha instalado en él adaptándose a sus salas. Las tres primeras plantas están comunicadas por una escalera imperial de mármol y se organizan alrededor de un amplio atrio cuadrangular cubierto por una espectacular vidriera de colores pintadas a mano, que fue realizada por la conocida firma francesa Maumejean.

El atrio de Casino Gran Vía es el patio porticado que se encuentra en el núcleo central del edificio y al que se accede por el gran hall central de estilo renacentista. Ya en ese atrio se encuentran dos salas de máquinas, una de ellas premium, donde se juega más dinero, y según se va subiendo de piso cambia el perfil de jugador, va subiendo el nivel. En la primera planta están las mesas de ruleta americana, black jack, póquer y punto y banca. Hay una sala en la que cada día se celebran torneos de póquer. Ya la segunda planta «está destinada a los clientes más VIP» con incluso salas reservadas exclusivamente para ellos. En este casino «el mayor porcentaje de visitantes es turístico internacional», indica Estela Gil. Israelíes, americanos y chinos son los clientes más habituales.

De todas las salas la más emblemática es el Salón Real, estancia protegida por Patrimonio Nacional debido a su riqueza ornamental y arquitectónica. Este salón de baile con una capacidad de 260 metros cuadrados acoge hoy mesas de ruleta americana y black jack. El 5 de abril de 2010 tuvo lugar en este salón la recepción a los Reyes de España en conmemoración del centenario de la Gran Vía. En esta segunda planta se encuentra también el restaurante Círculo Mercantil, en homenaje al antiguo uso del edificio. Una tranquila sala con vistas a la Gran Vía y una carta selecta con productos de la dieta mediterránea. Además está la Vinoteca, antesala del restaurante. Distribuidas por 15 de los espacios del casino se puede acompañar la exposición fotográfica «Memorias de Gran Vía», compuesta por 175 instantáneas de carácter histórico, procedentes de los fondos fotográficos del diario ABC y la Agencia EFE.

Este casino da empleo a 400 personas. «Se trabaja mucho en la formación de los crupiers para que funcione todo bien. Todas las salas están vigiladas y se graban todas las mesas de juego», explica la responsable de Marketing. Un casino que está abierto las 24 horas del día. La visita a este edificio es sencilla, basta solo ser mayor de edad y presentar el DNI para pasar a su interior. Ya sea para jugar, comer, tomarse una copa, ver la exposición o simplemente contemplar la arquitectura de este palacete, la entrada es gratuita. Una visita con la que siempre se aprende algo más de la historia de Madrid.

Fuente: abc.es