Una arquitecta técnica de la Concejalía de Urbanismo y una celadora de obras del mismo departamento que lidera hoy el teniente de alcalde nacionalista, Antoni Noguera, modificaron el contenido del informe de una inspección de obras realizada al Bingo Balear en medio de la polémica por la instalación allí del frustrado casino.
Fue en concreto el 16 de enero de 2015, y según reza en el expediente rubricado por el servicio municipal de disciplina de obras, cuando ambas funcionarias contestan un requerimiento de información presentada por el departamento de Disciplina y Seguridad de los edificios.
En el mismo y como primer punto a la hora de informar sobre los antecedentes de lo sucedido con esas obras, afirman que el día 24 de abril de 2014 por petición de la Gerencia de Urbanismo «se realizó visita de inspección ocular al edificio de la plaza Comtat de Rosselló» donde se ubica ese espacio con tal de comprobar si habían iniciado las obras. Y respecto a este requerimiento aseguran que esa visita «no se pudo realizar ya que después de tocar a la puerta principal y al timbre ninguno se pudo personar a abrir».
Es decir, las dos empleadas de la Concejalía de Urbanismo aseguraban que no pudieron comprobar si se estaban realizado las obras requeridas. Una versión que contradice totalmente lo afirmado por las mismas funcionarias el día de autos, es decir el 24 de abril de 2014.
Ese día rubrican un comunicado en respuesta a la solicitud realizada por la Gerencia de Urbanismo para realizar una inspección en el mismo edificio. En el escrito aseguraban que en el citado emplazamiento «se ha podido comprobar que en el momento de la inspección no se estaban realizando obras». Es decir que contrariamente a lo que afirmaron ocho meses después, el 16 de enero del pasado año, el 24 de abril si que pudieron entrar y comprobar que no se estaban realizando trabajos.
Según consta en el expediente abierto al respecto, las funcionarias enumeran toda una serie de hechos que pudieron comprobar en su visita de abril. Entre ellas localizaron en ese número 4 de la palmesana plaza de Comtat del Rosselló la licencia CS-2013/2014 acordada con fecha 10/1/2014 para «demoliciones previas y limpieza del local».
Además la solicitud de licencia CN-2014/244 con informe técnico de deficiencias emitido en fecha 4 de marzo de 2014 del que adjuntan copias; la solicitud de licencia de actividades con informe técnico de deficiencia emitido en fecha 4 de febrero de 2014 del que hacen lo propio además de la licencia CS-2014/398 acordada en fecha de 19 de febrero de 2014 para reforma interior y consolidación del forjado existente.
Todo ello lo comunican a la unidad técnica de información básica a fecha de 24 de abril de 2014 dejando constancia, por tanto, de que pudieron entrar y comprobar que no se estaban realizando por aquel entonces obras.
Posteriormente y como ya hemos apuntado modificaron esta versión, en una cuanto menos sorprendente maniobra. Hay que recordar a este respecto que los hechos se producen cinco meses después de que el anterior Govern de Bauzá adjudicara y concediera a Gran Casino Teatro Bingo Balear -tras resultar ganador del concurso público convocado- la licencia para la instalación y explotación de un casino de juego en la isla de Mallorca que el concesionario ubicaba en el edificio que ocupaba el Bingo Balear en la citada plaza del Comtat de Rosselló. Una adjudicación realizada después de que el Ayuntamiento de Palma emitiera el 17 de julio de 2013 un informe vinculante en el que certificaba la idoneidad del emplazamiento elegido en esta céntrica plaza palmesana para la instalación del casino.
Posteriormente la Conselleria de Economía el 21 de noviembre de ese mismo año le otorgaba la concesión, otorgándole un plazo de doce meses para su apertura. El entonces teniente de alcalde del área de Urbanismo, Jesús Valls, el 10 de enero de 2014 le concedía la licencia de obra menor para la realización de demoliciones previas y limpieza del local elegido, para poder realizar las obras necesarias para la apertura de la actividad de casino.
Todo ello dio pie a que en fecha de 28 de enero de 2014, tres meses antes de la polémica inspección de la celadora de Urbanismo, Gran Casino Teatro Balear presentara la solicitud de licencia de obra mayor para la realización de obras de acondicionamiento para la implantación de un casino. Sin embargo, en febrero de 2014 y para sorpresa de los adjudicatarios, Urbanismo la deniega por informes desfavorables del servicio de control de seguridad.
Fuente: elmundo.es