Sofitel Montevideo Casino Carrasco & Spa, uno de los Casinos de Codere

Para los argentinos que veranean en Uruguay, los casinos y el turf serán más caros, porque a partir del 1º de este mes las apuestas en casinos y los premios de las carreras de caballo tienen nuevos impuestos.

Además, no se podrán efectuar apuestas on line en ese país.

En el caso del turf, se viene el Gran Premio Ramírez que se corre para Reyes, el 6 de enero, en el Hipódromo de Maroñas, en Montevideo, y al que se desplazan muchos burreros argentinos todos los años.

Para las apuestas en carreras de caballos o juegos de azar en general, como la quiniela, la tómbola u otros que no sean casinos, Uruguay creó un impuesto a las rentas para no residentes (IRNR) que deberán pagar los argentinos entre otros extranjeros, cuando obtengan premios.

Sin embargo, no es para cualquier premio por aproximación, sino que pagarán el impuesto los grandes premios. Esto es así porque, según explicó Guzmán Ramírez, del estudio Bergstein & Asoc, de Montevideo, la ley establece que no estarán alcanzados por el impuesto a las ganancias los premios obtenidos en casinos, los que no superen los u$s 13.000, y los que no superen la cifra equivalente a la suma apostada multiplicada por 71.

El IRNR tiene una alícuota de 12% y se aplica sobre la diferencia entre el premio obtenido y la suma de dinero apostada.

Pero, además, la ley uruguaya creó un nuevo impuesto específico a las apuestas de casinos que alcanza a residente y no residentes.

En Punta del Este hay tres casinos, el más conocido es el del Hotel Enjoy Conrad, pero también están el Nogaró, y en la Barra, el Mantra. Y en Montevideo, tienen una importante movida los casinos del Hotel Carrasco y el Victoria Plaza, que está en la Plaza Independencia.

Las últimas cifras que se tienen son de 2016, y los casinos recaudaron ese año u$s 204 millones, un 5,9% más respecto de 2015, indica un informe del diario El País, de Montevideo.

Este impuesto comprende las diferentes modalidades de juegos que suelen estar presentes en cualquier casino: máquinas tragamonedas, póquer, blackjack, ruleta, etcétera.

El impuesto recaerá sobre el jugador o apostador, pero el casino estará obligado a actuar como «responsable». ¿Qué significa esto? Que cuando el turista argentino realice su apuesta, el casino deberá exigirle el pago de dicho impuesto. En otras palabras, el casino estará obligado a cobrarle un plus sobre el dinero apostado, explicó Guzmán.

¿Y a cuánto equivale ese plus? El apostador tendrá que pagar un monto adicional por concepto de impuesto equivalente a un 0,75% de la suma de dinero apostada.

Por otra parte, movido por el lobby de los empresarios del juego uruguayos, el ente gubernamental que los supervisa logró incluir una norma dentro de la ley, cuando ésta se debatía en el Congreso de ese país, para prohibir las apuestas por Internet.

«Entró en vigor el pasado 1º de enero una disposición legal que prohibe en Uruguay, y en consecuencia declara ilegales, las apuestas on line. El Ministerio de Economía, a través de su Dirección de Loterías y Quinielas, estará facultado para bloquear aquellas páginas de Internet dedicadas a ofrecer servicios de apuestas», puntualizó Ramírez.

Las salas bajo la órbita de la Dirección Nacional de Casinos son 30, tres en Montevideo y las demás en el interior, con presencia en todos los departamentos uruguayos con excepción de Florida. Todos los establecimientos tienen ganancias, aunque los mayores números los embolsan las salas del Area Metropolitana, según dijo un funcionario del área al diario El País.

El casino del Hotel Enjoy Conrad en Punta del Este embolsó por apuestas unos u$s casinos,uruguay,hipodromos,,6 millones a septiembre de 2016, y ese monto es 18,4% inferior al del mismo período de 2015, dice ese informe, por lo que el impuesto, si disuade turistas de cruzar sus puertas, podría complicar más las finanzas del establecimiento.

Fuente: cronista.com