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Mark Scheinberg tiene una fortuna personal de 4.100 millones de dólares

El ‘holding’ de la familia Villa Mir está en conversaciones avanzadas con Mark Scheinberg, exdueño de una de las mayores plataformas de juegos y entretenimiento del mundo

Las grandes fortunas mundiales han puesto su foco en España. Si a finales de diciembre Ferit Falk Sahenk, el tercer hombre más rico de Turquía, compró a precio de oro los restaurantes más conocidos de Madrid, ahora, una de las familias más adineradas de Israel gracias a la venta millonaria de PokerStars negocia con la familia Villar Mir la toma del 50% de Canalejas, el futuro centro comercial de lujo que OHL está construyendo junto a la Puerta del Sol de la capital.

Según han confirmado fuentes próximas a las conversaciones, Mark Scheinberg, con una fortuna personal de 4.100 millones de dólares, ha presentado una oferta para comprar la mitad del capital del proyecto inmobiliario. El inversor de 44 años, nacido en Israel y con doble nacionalidad israelí y canadiense, está muy decidido a hacer la que sería su primera apuesta en España, motivo por el cual ha formalizado una de las propuesta de compra más atractivas para la familia Villar Mir, según otras fuentes cercanas a la negociación.

Mark Scheinberg hizo su fortuna con la venta en 2014 de PokerStars a la multinacional canadiense Amaya Gaming Group por 4.900 millones de dólares. Fundada en 2001 por su padre, Isai Scheinberg, un programador informático formado en IBM, los Scheinberg aprovecharon la falta de regulación mundial del juego ‘online’ y el desarrollo de la tecnología para montar una de las plataformas de entretenimiento en la red más famosas del mundo. Llegaron a facturar más de 1.000 millones de dólares y gestionar las famosas World Series of Poker o Series Mundiales del Póquer. Tras hacer caja, Mark se trasladó a vivir a Londres, desde donde gestiona su fortuna con gran discreción.

Otras fuentes indican que las conversaciones con los Scheinberg están ya en la fase final y son en exclusividad, puesto que su oferta se habría impuesto a la de los otros interesados en comprar Canalejas. Pero fuentes próximas a los asesores de Grupo Villar Mir y OHL aseguran que el resto de propuestas siguen muy vivas. En concreto, las que presentaron el inversor colombiano Jaime Gilinski, conocido por haber entrado en el capital de Banco Sabadell, el fondo soberano de Abu Dhabi ADIA e Ion Tiriac, el extenista y hombre de negocios propietario del Open de Tenis de Madrid.

No obstante, las versiones sobre la posición actual de estos inversores son dispares. Por una parte, unas fuentes insisten en que Gilinski ya abandonó meses atrás su interés por adquirir la mitad del capital de Canalejas, al igual que ADIA, al no alcanzar un principio de acuerdo con los Villar Mir. Por otra parte, se asegura que el colombiano, un negociador muy duro, sigue agazapado, a la espera de presentar su oferta final. Anteriormente, también se cayeron de la subasta los fondos inmobiliarios de Lone Star y Morgan Stanley, que preguntaron por este activo cuando fue puesto a la venta en septiembre del pasado año con la intermediación de Colliers.

Un proyecto prémium

La decisión final de Grupo Villar Mir y OHL, que comparten el accionariado de Canalejas en la proporción de 75% y 25%, respectivamente, se tomarán en las próximas semanas. La familia Villar Mir pretende desprenderse del 50% del complejo inmobiliario y comercial, que tendrá un hotel Four Seasons como principal atractivo, además de viviendas prémium y 400 plazas de garaje en el corazón más turístico de Madrid. Las valoraciones de Canalejas oscilan entre los 700 y los 750 millones de euros, por lo que los empresarios españoles podrían ingresar entre 350 y 375 millones.

Un dinero que les vendrá muy bien para mejorar el balance tanto del ‘holding’ familiar como el de la constructora, los cuales han iniciado un proceso acelerado de desinversiones para reducir su abultada deuda. Grupo Villar Mir y OHL han vendido activos por más de 2.000 millones —las participaciones en Abertis, Colonial, los hoteles en México y concesiones de metro en Madrid y Barcelona, entre otros— en los últimos 12 meses para recuperar la confianza de los inversores y la de las agencias de ‘rating’, que tras la presentación de los resultados de 2016 a finales de febrero deberán actualizar la calificación de solvencia de la matriz y de la filial.

La cotización de la constructora se ha apreciado un 66% desde los mínimos históricos que tocó en agosto del pasado año, prueba elocuente de que los inversores consideran que el castigo había sido excesivo y que los números empiezan a cuadrar mejor tras reconocer fallidos por cerca de 400 millones. No obstante, la compañía sigue focalizada en desprenderse de más negocios —el de energía de Ferroglobe y otros activos en Latinoamérica— para estabilizarse mientras estudia la entrada de un inversor —la china HNA— que capitalice el grupo.

Fuente: elConfidencial.com