El sector de los hoteles y casinos también se está viendo afectado por la baja ocupación hotelera y por el cobro del 5.5% a los jugadores de bingos, casinos y máquinas traganíqueles.

Antonio Alfaro, presidente de la Asociación de Administradores de Juegos de Azar (Asaja), destacó que las cifras son preocupantes debido a que han perdido un 50% de la clientela por esta medida.

Además, aclaró que los ingresos de los casinos han bajado más del 35% y que ya están llegando a unos 2,000 despidos por reducción de personal. Debido a la crisis, el pasado 1 de julio, dos casinos, uno en la provincia de Colón y otro en la capital, solicitaron a la Junta de Control de Juegos (JCJ) un tiempo de seis meses para reestructurarse, por lo que se encuentran cerrados por no poder soportar la baja de clientes.

Alfaro, quien también es el presidente de la Cámara de Turismo de Panamá (Camtur), señaló que en el ramo turístico pasa igual, al destacar que la cifra de los visitantes ha bajado.

«Las estadísticas oficiales están contando a miles de colombianos y suramericanos que vienen aquí a trabajar y se van, también están contando a los que se hospedan en apartamentos privados, pero que no visiten parques ni museos», aseguró.

Esta situación no es diferente a la del renglón de la construcción, que -por la burocracia en la tramitología- ha perdido más de 70 mil empleos directos, según destacó Elisa Suárez, directora ejecutiva del Consejo Nacional de Promotores de Vivienda (Convivienda).

«Hace algunos años generábamos 200 mil empleos directos en el sector construcción y ahora esa cifra ha bajado a 137 mil», aseveró.

Según Suárez, este contratiempo causa que los clientes tengan que pagar más por una vivienda, lo que no está contemplado por la ley.

Otro ramo que está atravesando por momentos difíciles es el agropecuario. Augusto Jiménez, presidente de la Asociación de la Comunidad Productora de Tierras Altas (ACPTA), pronostica que al ritmo que van este año, se podrían perder más empleos.

A nivel nacional, los productores han dejado se sembrar 35 mil hectáreas donde empleaban unos 310 mil trabajadores, ahora solo ocupan 253 mil trabajadores, por el abandono del sector.