España es un país de perdedores. Somos el décimo país del mundo que más juega y cada año apostamos más. En 2016 le dimos al Estado 8.400 millones de euros, un 3,03% más que en 2015  según el informe anual de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ).

Pero aún estamos muy lejos de los 98.000 millones de euros de los EEUU (que ocupa el primer lugar) o de los 52.000 millones de China (segundo lugar).

Estos son los números visibles. Los que se encuentran al alcance del público por ser cifras oficiales. Sin embargo, todo cambia cuando hablamos de bitcoin. La criptomoneda, que se recupera tras el tortazo de hace dos fines de semana motivado por China y su decisión de prohibir las ICOs ( Initial Coin Offering, algo así como plataformas de financiación para nuevos proyectos) también sirve para apostar a la ruleta o jugar al póker. Y es que, a diferencia de lo que estamos acostumbrados, la Deep web aquí no tiene nada que ver ya que esto sucede en el Internet visible.

En España,  hasta junio de este año, los juegos que más aportaron a las arcas públicas fueron los de casino (14,49 millones), seguidos de las apuestas deportivas (13,86 millones) y el póker (4,64 millones). Pero todo el que juegue (y gane) en las fronteras del Estado español tiene que pagar, al menos así lo dicta la Ley de Ordenación del Juego. Hacienda somos todos, jugadores en bitcoin incluidos. ¿Seguro?

Bitcoin sí, pero con moderación

«No me gusta tener todo mi capital en bitcoin, tiene mucha volatilidad. Un mal día puedes perder 10.000 dólares», cuenta a eldiario.es Javier (nombre ficticio). Pide mantener anónima su identidad y el país desde donde juega, aunque anticipa que no lo hace en Europa. Él es uno del, cada vez mayor, creciente sector del póker con bitcoin.

Javier explica que prácticamente todas las salas que aceptan la criptodivisa son estadounidenses. Allí, el póker y las apuestas con dinero real en Internet  están prohibidas desde 2006, cuando la Unlawful Internet Gaming Enforcement Act(UIGEA) entró en vigor impidiendo a todas las salas online «aceptar pagos conectados con la participación de otra persona en una apuesta o jugada que implique el uso de Internet». Solo tres estados (Nevada, Delaware y Nueva Jersey) permiten a estas salas operar normalmente.

Fuente:  eldiario.es